Y cerca de los templos estaba la gente celebrando San Fermín, o tal vez esperando la cena porque llevaban todos el babero puesto...

Estos diosecillos sintoístas... Y encima a algunos les pilló la crisis y se quedaron en los huesos:

Y para pedir clemencia por esta calamitosa entrada, un dragón subirá mi plegaria a los cielos en forma de perla verde y volverá a la tierra sin nada, para que pueda ver que ha cumplido su cometido ;-)

PD: Mañana intentaremos colarnos en una escuela de sumo!!!
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