Monday 30 September 2019

Azerbaiyán, el país del fuego de los antepasados

Vamos a dejar Baku para la próxima (¿última?) entrada. Pero el viento de "la ciudad del viento" llega también a los alrededores, como veréis en ésta :-)

Ahora vamos a intentar descubrir por qué se le llama a Azerbaiyán "el país del fuego". Parece que desde tiempos inmemoriales ha habido en estas tierras "escapes de gas" que se han manifestado en fuegos que salían inexplicablemente de la tierra y qué no se apagaban nunca...

Ya Marco Polo en el siglo XIII queda fascinado por siete de estos fuegos eternos. Pero desde mucho antes habían generado asombro e incluso veneración. Parece que desde mil años antes de Cristo el Zoroastrismo era la religión dominante en lo que hoy es Azerbaiyán y algunos hasta defienden que Zoroastro era de aquí.

Ha llovido mucho desde entonces y muchas más más religiones han pasado por aquí pero queda en pie un Templo del Fuego en Suraxani, en un lugar antiguamente venerado por los zoroastrianos, quizá incluso con algún tipo de templo desde el siglo II dC. El templo que podréis ver en unos instantes es del siglo XVIII con reformas posteriores y hecho por peregrinos indios venidos con la ruta de la seda. Su compleja historia, la mezcla de creencias y las incógnitas que quedan todavía por resolver, hacen de este lugar, de este fuego (ya mantenido artificialmente) algo completamente fascinante. Tanto, que he llegado antes de que abrieran :-)


Ahora ya sí. Coged aire que ¡entramos!


Increíble, ¿a que sí? Pero ahora ya con esta fascinación por el fuego, no podemos quedarnos sin ver uno de esos fuegos saliendo de la tierra como los que vió Marco Polo. Y el único que arde todavía es el de Janar Dag. Abrigaros que vamos a esperar hasta que se haga de noche para que tenga todavía más encanto...


Después de esto, es difícil impresionaros. Pero seguimos en la península de Absheron y nos encontramos con una mezquita en Per Hisham en que hacen un ritual muy curioso y al acercarnos a mirar y sin saber muy bien cómo, nos metemos de lleno y me hacen el ritual... a mi :-)


En fin, que habiendo sentido el fuego en mis propias carnes y ya más relajado me voy al museo al aire libre de Qala donde me encuentro... a la televisión nacional grabando un programa!


Al día siguiente, para quitar un poco de solemnidad a tanto fuego, me voy al sur de Baku, a Qobustán, con un indioy dos coreanos a ver volcanes. Pero volcanes de... ¡barro! No se oye nada con el viento, así que centraros en el volcán :-)


Después de jugar un rato con el barro, ahora toca remontarnos todavía más en el tiempo que con el templo de fuego. Ahora vamos a ver grabados en la roca, petroglifos, de 30.000 años de antigüedad. Bienvenidos al Paleolítico!


A mi me empciona poder estar en los mismos lugares donde unos hombres estuvieron rascando la piedra hace 20.000 años hasta representarse a ellos mismos bailando, o montados en una barca. O los animales que aseguraban su supervivencia y que puede que de alguna manera reverenciaran o necesitaran para sus sacrificios. O quizás no.

Porque la interpretación exacta de estos grabados sigue siendo un misterio, más aún que las piezas de la historia del templo de fuego.

Acariciando la roca y el misterio, mientras nos calienta el fuego del recuerdo, nos vamos alejando porque tenemos que irnos ya. Quizás esta noche nos llegen en sueños algunas respuestas de nuestros antepasados.

O tal vez no, porque puede que los hombres, siglo tras siglo, siempre hayamos soñado los mismos sueños...


Saturday 28 September 2019

La ruta de la seda, pueblo a pueblo

Bueno amigos, ¡ya estamos en Azerbaiyán!

Nos ha costado muchos vinos decidirnos a salir de Georgia pero lo hemos conseguido :-) Eso sí, se han cruzado en nuestro camino: vacas, ovejas, gallinas, patos...


Aprovechando un trasbordo os enseño el pueblecito de Qax, donde viven muchos Georgianos:


Pero finalmente llegamos a Seki, en plena ruta de la seda y famosa por el palacio de su Khan (gobernante). Así que como no tenemos camello que dejar en el patio central del caravasar, simplemente dejamos la maleta y nos vamos directamente al palacio.


El pueblo no da mucho más de sí y estamos cansados del camino, así que cenamos temprano y volvemos a "nuestro" caravasar...


Después de la primera noche sin compartir habitación en muchos días -y protegidos mis sueños por esos padre e hijo que se diría que están en esa misma recepción desde el siglo XVIII- me levanto lleno de energía para partir rumbo a Lehic. Un entrañable pueblecito de herreros y agricultores enclavado en las montañas del norte de Azerbaiyán.

Pero antes no me puedo resistir a cruzar un puente colgante que me recuerda a Indiana Jones y a mi mi abuela a partes iguales :-) ¿Os atrevéis?


Hecha ya la tontería de la mañana y serpenteando entre estas verdes montañas, llegamos a nuestro hostal en Lahic. Me recibe Igor con su gorro calado hasta las orejas, sus cuatro palabras de inglés y su campechana amabilidad. Las vistas desde mi balcón -que da a la mezquita- son espectaculares.


Suelto enseguida el equipaje y me lanzo cual Heidi a la calle empedrada y de momento vacía. Enseguida se oye el rítmico y metálico canto de esta ciudad y nos encontramos con el primer herrero...


Aunque luego veremos muchos más, éste es el único que parece ajeno a la llegada de los turistas y sigue haciendo uno a uno, martillazo a martillazo, los clavos para las herraduras "a medida" que calzarán los afortunados caballos de por aquí.

Después de comer en "El jardín del paraíso", me vengo arriba y me decido a hacer una rutilla por las montañas aledañas en busca de las ruinas de un castillo...


Justo después de este vídeo me dispongo a volver con mucho cuidadito. Y con todo mi cuidado y todo mi peso, me resbalo en ese empinado pedregal y me llevo un cariñoso pellizco de estas entrañables montañas :-)

Sin más riesgos por hoy, me vuelvo a mi casita coincidiendo con la llamada a la oración de la mezquita, hago mis abluciones y doy gracias a Alá por seguir de una pieza.

A la mañana siguiente hago uno de los trayectos más "tiernos" de este viaje. Viene a buscarme Ismael, el conductor del minibus que va a Baku. Pero primero esperamos a que se tome el té que le prepara Igor, con su gorrico bien apretado ya desde la mañana.

Luego vamos casi casa por casa recogiendo huevos, sacos de nueces, paquetes, "oye, date la vuelta que Paquito y su señora quieren llevar al zagal a ver la capital"... Pues no hay problema, volvemos a saltitos marcha atrás por la calle empedrada y recogemosa los García. Ahora a la plaza del pueblo a recoger a la hija de Don Manuel -ponte por caso- que se va a pasar unos días a la capital. A ver si se divierte y encuentra novio, que muchos estudios universitarios pero... Viene con su tío (o vecino) el ingeniero, que promete a su padre cuidarla mientras esté en la capital. Y a mi lado se sienta Don Ramiro, que viene con poco equipaje porque sólo va a Baku a arreglar unos papeles.

Cuando ya estamos todos montados y no caben más maletas bajo los asientos ni más sacos en el asiento a mi izquierda, arrancamos... para parar a los cinco minutos en la panadería, que a todos nos apetece un pan bien caliente. Dadle un trozo bien grande al médico extranjeo que se le ve algo pálido :-)


Cuando el niño se cansa de jugar y enfilamos un tramo largo tras parar a mear  y volver a parar a los cinco minutos a echar gasolina y comprarle un cochecito al crío para que se entrega, consigo echar una cabezadita.

No me dura mucho el sueño, porque empiezo a notar unas gotitas de agua en el dorso de la mano. Me despierto sobresaltado, pero son sólo los García que interpretan que me he dormido porque tendría debilidad y me restriegan en la mano un racimo de uvas para que coma y se me pase. Por supuesto no admiten un no por respuesta, con lo mucho que ha entretenido al crío.

Mientras como las dulcísimas uvas, recuerdo que en Georgia nos contaron que las uvas Aerbaiyanas son deliciosas y más grandes que las georgianas, pero no dan buen vino. A cada uno lo suyo.

Me saca de mi ensoñación Don Manuel, cascando unas nueces con una mano cerca de mi cara, como para enseñarme, y los García me dan también unas nueces, para que lo intente. Todos parecen que darse más tranquilos al ver que yo también se cascarlas con la mano (no me entendáis mal).

Pero cuando parece que vuelve la tranquilidad, me dicen que ya hemos llegado a Baku a la entrada de un metro, que ahí seguro que ya me apaño yo solito y así pueden callejear hasta la casa de los García, que van muy cargados y con un zagal.

Y ahí me quedo yo, a la entrada de un metro, con la maleta en una mano y despidiéndome de mis amigos del pueblo. Sobre todo del chaval, que con una mano no suelta  su cochecito y me dice adiós con la otra.

En su cara de pillo sigue esa sonrisa radiante de las montañas, pero por un momento hay como una nubecilla en una comisura. Como que le hubiera gustado jugar un poco más con el médico ése tan raro que no hablaba pero ponía unas caras muy divertidas.

Seguro que no le dura mucho la nube. Seguro que los García le meten una uva en la boca para que se distraiga.

A mí me dura un poco más. Hasta que se la lleva el ajetreo y los pequeños empujones del metro. Y un chaval muy amable al que le debo parecer don "Erre que Erre" de "La ciudad no es para mí"  me pregunta, ¿necesitas ayuda? Y nos ponemos a charlar apretaditos en el vagón :-)

Friday 27 September 2019

Prometeo brinda con Dioniso en Georgia

Hola camaradas. Estirando un poco el viaje, nos vamos otra vez a las montañas del Cáucaso. Pero esta vez un poco más al Este, en Kazbegi, para intentar atisbar el mítico monte Kazbek donde dicen que sufre Prometeo eternamente su castigo por entregar el fuego a los hombres. Quizá se lo dió concretamente a los legendarios orfebres de la Cólquide...

De camino paramos a ver la fortaleza/monasterio de Ananuri, especialmente pintoresco por tener un lago a sus pies...


Seguimos rumbo al norte pero paramos una vez más ante un monumento un tanto surrealista a la amistad Ruso-Georgiana, donde para completar el cuadro hay mucha gente haciendo parapente :-)


Pero por fin, y tras cambiar a un 4*4 para poder hacer el último tramo, llegamos a uno de los lugares más venerados de Georgia: la iglesia de Tsminda Sameba. Y desde allí, imponente, se alza el monte Kazbek.


Nos quedamos un rato más contemplando el monte Kazbek con sus cabellos de nieve y pidiendo perdón en  la distancia  a Prometeo por lo mal que hemos usado el fuego que con tanto sacrificio nos entregó. Y finalmente volvemos a casa, a la cálida Tiflis que nos acoge con los brazos abiertos ya en su hermoso vestido de luces.

Si puede ser que Prometeo entregase el fuego a los orfebres de la Cólquide, ¿por qué no pensar que Dionisos entregó la vid a los habitantes de Kaheti en la antigua Iberia caucásica (actual Este de Georgia)?

Así que al día siguiente, de despedida, no nos resistimos y nos vamos con otras cinco personas en busca de los viticultores. Un poco a regañadientes -porque eso no estaba en el tour- al insistir yo, el conductor accede a parar en unos viñedos al azar para ver cómo recogen la uva. Los pillamos en un descanso, pero les hacemos gracia los turistas y me dejan unirme a la vendimia y ponerme manos a la obra. En algo se me tenían que notar los genes riojanos :-)



El conductor ya sí que se negó a buscar un sitio que siguieran el método tradicional Georgiano de enterrar la uva prensada con piel y todo dentro de unas ánforas para que fermente. Pero cuando nos dejó una hora en "la ciudad del amor" para comer, yo fui preguntando por el pueblo hasta que encontré alguien que me enseñó las famosas ánforas en la bodega de su restaurante, donde hacían su propio vino.


Ya satisfecho, me senté a comer y por supuesto, me bebí una copa de su vino, hecho al método tradicional. Tiene un sabor muy afrutado -muy "natural" dicen ellos- y un color ámbar debido a la fermentación con la piel de la uva y a su variedad de uva, más pequeña que la española (y que la azerbaiyana) pero muy sabrosa, lo digo por experiencia :-) Así que...

Salud! Gaumarjos!


No os he contado que ya íbamos un poco envalentonados porque nada más salir de Tiflis habíamos parado a ver cómo procesaban el vino y habíamos echo una cata de seis vinos, nada menos. Incluído el conductor!! El que más nos gustó fue "el favorito de Stalin", por conectar con la entrada anterior.


Y con esa misma alegría habíamos ido también a Bodbe, al monasterio de Santa Ninó, la santa que expandió el cristianismo en Georgia y en los últimos años vino a retirarse por estos parajes y quizás también degustó alguno de sus mostos, que lo cortés no quita lo valiente :-)


Al volver a Tiflis, conseguimos llegar a tiempo para ver la torre del reloj dando las siete...


Y para redondear el día, por fin consigo ir a los famosos baños termales que dan nombre a la ciudad. Es un baño público que parece lleno de hombretones calvos y orondos haciéndose bromas entre ellos (echándose agua fría, por ejemplo, o dándo a otro un cachete en el culo por sorpresa). Sólo había uno muy delgadito que yo creo que se fue enseguida, por vergüenza :-) Menos mal que me duraba el efecto del vino, porque el masajista (que también estaba desnudo y tenía tanto pelo en todas partes menos en la cabeza que parecía un oso) me crujió hasta articulaciones que no sabía que tenía :-)

Ya relajado y cenando con una amiga iraní en un restaurante con danzas tradicionales, me imagino a Dioniso brindando con Prometeo y diciéndole: ¿Ves? No sé por qué te tomaste tantas molestias para darles el fuego, con lo felices que les hice yo con un simple racimo de uvas?


¡Que sean ustedes muy felices!

Tuesday 24 September 2019

Si Stalin levantara la cabeza...

Hola camaradas. Hemos llegado a uno de los lugares más surrealistas de Georgia: el museo de Stalin.

Está casi tal y como lo dejaron en época soviética en Gori, su pueblo natal. ¿Os atrevéis a venir conmigo a la casa del pequeño

Iósif?



Impresiona ver al niño Iósif de 13 años rodeado de sus humildes padres, al atractivo joven expulsado del seminario por marxista y  arrestado por primera vez por revolucionario. Y luego imaginar la transición hasta el Stálin responsable último, entre otras cosas, de las 5 millones y medio de personas que fueron víctimas del Gulag (según Mira Milosevich).


Cuesta todavía más imaginárselo en este tranquilo y casi anodino pueblo del sur de Georgia...


Lo que sí que se ve un poco crítico en el museo es el acuerdo con Hitler para repartirse Europa, hasta que Hitler lo traicionó con la operación Barbarroja. Dicen que también está el "testamento" de Lenin en que aconsejaba cesar a Stalin como secretario general por ser demasiado "brusco" y ambicioso. Yo no lo encontré, pero entre tanto papel en ruso, a saber :-)

Me uní a dos visitas con guías georgianos (una en inglés y traducida al japonés y otra en español) a ver qué opinaban ellos ahora de Stalin. La primera sólo dijo que desde que "cambiaron los libros de historia" a los mayores les gustaba y a los jóvenes no. El que hablaba en Español había sido muy crítico hablando de las purgas y nos contó que en Georgia también se dice aquello de "si Stalin levantara la cabeza"... Pero cuando nos habló de la caída de la URSS nos dijo que con el comunismo de repente todo el mundo tenía casa, comida y trabajo asegurados (antes no) y al independizarse Georgia y caer el comunismo el sistema -que estaba muy interconectado- colapsó y la gente volvía a pasar hambre. Dice que él era un niño y le tocaba hacer cola para comprar pan, a veces toda la noche y una vez después de esperar se lo robaron todo. Nos contó que era un caos y que todo el mundo robaba, incluso él mismo: partes de los coches que se pudieran vender, hilo de cobre, etc Algo parecido nos contó el de la cata de vinos cuando nos habló de lo de sólo una hora de electricidad al día...

Como no me veo capaz de profundizar mucho más, os dejo a cada uno que saquéis vuestras conclusiones.

Pero ya que hablamos de Rusia, os enseño el Memorial de los muertos en la guerra Ruso-Georgiana de 2008 que hay en Gori, justo debajo de su fortaleza.


¡Un abrazo camaradas!

Sunday 22 September 2019

La legendaria belleza de la Reina Tamar

En esta entrado vamos a ir hacia el sur de Georgia, casi hasta la frontera con Turquía (antiguo imperio Otomano) en busca de la bellísima reina Tamar, la biznieta de nuestro viejo conocido David el constructor. Con ella culmina -según dicen- la edad de oro de la historia de Georgia iniciada por su bisabuelo. En 1213, el año de su muerte, su imperio se extendía por gran parte de lo que hoy es Armenia, Azerbaiyán más un trocito de la Turquía y Rusia actuales. Casi nada :-)

Claro que para contemplar Vardzia, un magnífico monasterio tallado en la roca y en cuyos frescos está representada la propia reina -esperemos- en toda su legendaria belleza, primero tenemos que aprender a pronunciar y luego conseguir llegar sanos y salvos en Maschrutka hasta Akhaltshikhe.

Cuando lo conseguimos, resulta que también tiene un castillo totalmente reconstruido al que iremos por la noche, pero yo os lo enseño ya para ir abriendo boca :-)


El caso es que soltamos las cosas en una habitación de hostal con una flamenca en la pared (¡olé!) y salimos corriendo hacia Vardzia. Pero de camino encontramos otro castillo -Khertvisi-que se supone que sólobpudo conquistar.... ¡Alejandro Magno!


Pero no podemos detenernos mucho porque nuestro verdadero objetivo -la bella Tamar- nos espera más al sur. Cuando vemos desde la distancia la montaña tallada de Vardzia es tan espectacular que pedimos al taxi que pare para sacar una foto. Somos turistas, al fin y al cabo :-)


Y ya por fin, después de esta parada técnica, ascendemos por la montaña y vamos pasando cuevas -que son celdas de monjes- y  llegar túneles hastacomo éste:


Lo que sea para llegar a la iglesia donde están los famosos frescos de la bella reina Tamar.

No me dejan grabar dentro, pero al menos os la enseño desde la puerta para que podáis contemplar con vuestros propios ojos de mortales afortunados esa piel clara, ese talle esbelto, esos ojos casi asiáticos y tan enigmáticos y curiosos que parecen haber esperado 800 años para seguir mirándonos ...


Dulces sueños :-)

Jasón, los Argonautas y el vino de Georgia

Hola de nuevo. Esta entrada va dedicada a mi padre y a todos los riojanos y amantes del vino en general, por razones que veréis más adelante ;-) 

Preparaos porque vamos a seguir los pasos de Jasón y los argonautas que partieron de Grecia en su nave Argos en busca del mítico vellocino de oro. Pero... ¿dónde?


Lo que está claro en el relato es que fueron a la antigua Cólquide, oeste de la actual Georgia (al este estaba Iberia, reunificadas en el siglo XI por David el Constructor). Dos de las ciudades más importantes de la Cólquide eran Kutaisi y Vani.

Nos dirigimos primero a Kutaisi, actual capital de la región central de Georgia. Parece una ciudad con mucha vida, agradable para vivir, y tiene no uno sino dos McDonald's :-)


A pesar de la paliza del viaje en dos mashrutkas desde Mestia, nada más llegar me como un khachapuri (básicamente pan con queso, que sabe a beso :-)) sobre la marcha y me voy a las afueras a ver el monasterio de Gelati. Es patrimonio mundial de la Humanidad, como le gusta a Diego :-) 

Y además fue construidoen 1106 junto con una Academia (que llamaron segunda Jerusalén o nueva Atenas), por el más famoso rey de Georgia, el que antes os decía que unificó las dos Georgias.

Señoras y señores, guarden silencio que empieza el curso académico en Gelati y lo inaugura el mismísimo rey ¡David el Constructor!


Bueno, por si alguno se ha escandalizado de que andara yo pisando tumbas, os tranquilizo. La tumba está unos metros más allá, en una de las entradas del monasterio y fuera cual fuere la voluntad del rey, ahora nadie puede pisar su tumba.


Después de esta maravilla, el monasterio de Motsameta no parece gran cosa, pero teníamos que ir porque dice la leyenda que si pasas gateando tres veces bajo los huesos/reliquias de dos mártires, se te cumple un deseo. Oye, que no sea por no intentarlo....


La reformada catedral de Bragati tampoco es espectacular y, aunque al lado están las ruinas del palacio y la ciudadela, son "sólo" del siglo VI. Así que ni rastro de los Argonautas en Kutaisi...


Pero no desesperéis que ahora nos vamos rumbo a Vani montados en una mashrutka que para en todos los pequeños pueblos con sus entrañables pequeños viñedos. casi uno por cada casa :-) No en vano en Georgia se han encontrado los restos más antiguos de fermentación de vino de hace ¡8000 años!


Por fin llegamos al pequeño pueblo de Vani y, siguiendo un puntito en nuestro mapa tras un paseo más bien largo, preguntando a obreros que estaban echándo la siesta y entrando como a escondidas en una finca abandonada, nos encontramos con esto:


Increíble. El caso es que después de descifrar el único mapa que encontramos pintado en un cristal transparente para hacerlo más difícil, nos damos cuenta que hay más restos desperdigados por la zona y que vamos encontrando uno a uno como Indiana Jones en busca del Arca Perdida.

Encontramos las puertas de la ciudad que tenían la estatua de una diosa local a la entrada. Templos donde se encontraron figurines de Dionisos como el que hemos comprado por cinco Laris y tumbas donde hayaron las famosas estatuillas de bronce con pendientes y collares de oro. Costumbre que no se ha encontrado en ningún otro enterramiento del mundo aparentemente y que el amigo Basilis me había dejado coger con mis manitas, alegremente :-)


Con el subidón de haber estado quizás en el mismo lugar donde llegaron Jasón y los Argonautas, me viene el recuerdo de la vena y cata de vinos al que fui la noche anterior con una gallega que conocí en el minibus.

La cata consistía en que un señor gordito y muy amable nos llevaba a su bodega y nos servía el vino blanco que hacía su familia, guardado en hermosas y enormes  garrafas de cristal. Nos iba explicando que el vino se fermenta en enormes ánforas enterradas en la tierra. Cuando acabábamos el vaso pensando que nos iba a servir otro tipo de vino, nos lo volvía a rellenar con el mismo, probablemente pensando que teníamos sed y así sucesivamente. Hasta que ya todos muy sonrientes entendemos que sólo tiene un vino y decimos que ya no queremos más.

Pues bien, en ese momento saca otro vino y volvemos a empezar :-) la charla se vuelve cada vez más jocosa y como si tal cosa, nuestro anfitrión nos dice que es una suerte tener luz eléctrica porque en su niñez, cuando la gente salía con Kalasnikov a la calle (en el proceso de independizarse tras la caída de la URSS supongo), había una hora de electricidad al día o ninguna. Para él era lo normal, y cuando venía la electricidad era como una fiesta.

Sin perder la sonrisa nos habla de que en Georgia todo el mundo piensa que el vino de su familia es el mejor. Y que si no tienen viñedos, se lo piden a algún amigo para poder decir que ellos también tienen (nos enseña unas garrafas que su padre tiene guardadas para unos amigos de la capital).
Y mientras sigue desatando y cortando deliciosos quesos ahumados del techo para poder probar su Chacha, el aguardiente local, nos cuenta que cuando naces es tradición que te regalen un vino que sólo podrás beber cuando tengas 18 años.
A esas alturas no sé si fui capaz de contarle que mi padre hizo algo parecido conmigo con el vino "Cesitar", porque ya nos estaba sacando un nuevo tipo de Chacha.
Y después de beberlo a duras penas, nos explica que en Georgia sólo se pueden beber 1, 3 o 9 vasos de aguardiente, nunca los números intermedios, que trae mala suerte...

No se muy bien cómo llegué a mi hostal, pero se que la Madre Georgia puede haber perdido la espada, pero sigue con la copa de vino firmemente agarrada en la mano. Y que si Jasón pasó por aquí, ya se cómo lo sedujo Medea :-)

¡Gaumarllos! ¡Salud!

Friday 20 September 2019

De ruta por el Gran Cáucaso

Antes que nada quiero dedicar esta entrada a mi gran amigo Hommie. Por enseñarnos a todos (sobre todo a los del Johnny) a amar a las montañas. ¡Va por tí hermano!


Después de recorrer en sueños -y en tren nocturno- Georgia de SurEste a NorOeste con mis amigos polacos y hacer el último tramo en maschrutka, por fin llegamos a Mestia, el corazón de la región de Svaneti y guardiana de las tradiciones Georgianas. Os pongo una foto del retrete del tren porque creo que el último que lo vio limpio fue Stalin :-)


Menudencias. Llegamos a Mestia llenos de ilusión, ansiosos por empezar cuanto antes nuestra ruta por el Gran Cáucaso... pero como nos recibe el Diluvio Universal, empezamos por el museo donde se ve a San Jorge ensarzando con su lanza, no al mítico dragón, sino a Diocleciano que fue el emperador que lo condenó a muerte. Una venganza poética, digamos.


Después de comer y engañados por unos segundos en que amaina la tormenta -que luego vuelve con toda su furia-, nos vamos a una de las famosas Torres Defensivas donde en la época de las luchas de clanes se refugiaban los de un clan cuando venían los de otro clan repartiendo estopa. ¿Os refugiáis conmigo?



Al día siguiente ya no llueve, así que nos encaminamos hacia los lagos de Karouli desde donde dicen que hay unas vistas espectaculares de las montañas del Gran Cáucaso. El único problema es que hay "un poquito" de niebla...


Pero milagrosa y súbitamente, de la nada aparece una montaña


Y luego todas las demás


Hasta que llegamos a las tranquilas aguas de los lagos de Karouli, tal vez ajenas a la belleza que las rodea...


Forzando muestras doloridas piernas, nos despedimos de Mestia y de nuestros amigos polacos con una deliciosa cena y música folk georgiana en directo. Es tan pegadiza -y el vino georgiano también ayuda- que hasta un alemán se anima a bailar, así que poneros en pie, dadle al play y ¡que empiece la fiesta!


Thursday 19 September 2019

La cálida Tiflis y el secreto del fuego de sus orfebres

Parece que el nombre de Tiflis significa cálida y que viene de sus aguas termales que de momento no hemos podido disfrutar porque nada más llegar nos quedamos "atrapados" en la plaza de la Libertad con San Jorge, el dragón y unos tanques en pleno rodaje de... Fast and Furious 9!!! Ole, ole y ole :-)


En cuanto me dejan, me voy a un hostal que parece sacado de los cuadros con escenas de la ciudad antigua y me pongo a hacer la colada, que ya toca...


Tras comer y ya lberado de las prosaicas obligaciones me dirijo al modernísimo puente de la Paz, esquivando las carreras y el helicóptero de Fast and Furious y me subo en funicular a lo que queda de la Fortaleza de Narikala, me encaramo a una de sus torres y por fin consigo tener una vista completa de esta ecléctica ciudad que mezcla de una forma muy peculiar lo antiguo y lo moderno.


En la esquina izquierda de la foto veis la estatua de Madre Georgia que -según Lonely Planet- es una metáfora del carácter georgiano, con una copa de vino en una mano para los amigos y una espada en la otra para el que le toque los ovarios. Embelesado con estas vistas, me encuentra una compañera polaca del hostal y nos vamos a cenar con un buen vino georgiano.

Al día siguiente toca ir de museos, sobre todo el Museo Nacional donde se encuentran los tesoros de la antigua Cólquide "rica en oro". Tan famosos que hasta aquí vino Jasón con sus 49 compañeros en la nave Argos en busca del vellocino de oro. Parece que en el río de la región montañosa del noroeste de Georgia (donde iremos, por supuesto) se extraía el polvo de oro filtrándolo con la la lana de un vellocino. Y de ahí el mito.

Pero volviendo al museo, os quiero mostrar como pudo fabricarse el Cáliz de Oro. No el de Harry Potter sino otro todavía más antiguo. ¡Dentro vídeo!


Tras ese y otros dos museos de arte, me recompenso a mí mismo con una carne ahumada en salsa de vino deliciosa a orillas del río y sigo recorriendo la ciudad. Para que disfrutéis un poco del ambiente de la ciudad, os invito a un trocito de ese paseo desde la iglesia más antigua a la catedral más moderna de Georgia pasando por la entrañable torre del reloj:


Para completar el agotamiento del día y siguiendo las recomendaciones de Diego, me voy en búsqueda de una de las "Construcciones cósmicas" soviéticas que ahora se usa para celebrar bodas y que sólo puedo ver desde lejos. Judgaz por vosotros mismos:


Y ya sí que sí, me ceno una sopa de conejo con una parejita de alemanes que me invitan a su mesa porque no hay más libres y me vuelvo al hostal a tomarme una botellita de vino georgiano -eso que no falte- con mis nuevos amigos polacos.

Aunque  merecería una entrada aparte os dejo aquí un vídeo del camino y del monasterio/cuevas de David Gareji:


No podemos visitar la mitad de las cuevas donde hay unos famosos frescos porque nos lo impiden amablemente unos soldados de Azerbaiyán (que reclama como suyo ese territorio) :-)

Y ya sí que sí os dejo descansar que en la próxima entrada nos vamos a las montañas del... Grán Cáucaso.

Templos para todos los gustos

Hola amigos, perdón por el retraso. Armenia tiene templos para todos los gustos y en esta entrada vamos a demostrarlo :-)
Empecemos con uno griego antes de meternos a fondo con los monasterios cristianos. Dejemos que nos enseñe el templo de Garni nuestro viejo amigo, el Rey Trdat III:


Repasado ya el periodo helenístico, vamos con los cristianos. En la otra entrada vimos una de las iglesias cristianas más antiguas del mundo que siguen en pie (Echmiadzin) y las ruinas de la catedral de Zvartnos en el lugar donde supuestamente Gregorio el Iluminador convenció a Trdat III de ser el primer país en declarar el cristianismo como religión oficial en el 301. Después de esos, la mayoría de los monasterios que veremos se construyeron entre el siglo X y el siglo XIII.

Como el magnífico monasterio de Geghard excavado en la roca, que aunque se cree que fue fundado en el siglo IV, lo más antiguo que queda hoy es del siglo XII. El nombre viene de la lanza con la que perforaron el costado de Cristo en la Crucifixión y que custodiaron aquí, en teoría. Pero mejor os lo mostramos directamente. En la última foto, ya dentro de la roca, hay dos puertas. Elegid con cuidado porque una va al cielo, pero la otra... al infierno!




También pudimos llegar entre la niebla con el teleférico más largo del mundo al monasterio de Tatev, en el sur de Armenia. Y que fue capital de la región semiindependiente de Rusia durante algunos años.



Y ya de vuelta a Yereván con el magnífico paisaje montañoso enrojecido aún más por la luz del atardecer llegamos a Noravank ("Nuevo monasterio") donde nos cagamos de miedo al subir, pero sobre todo al bajar, las escaleras de la fachada que dan al segundo piso. Es para transmitir lo peligroso que es abandonar la fé, nos dijeron. Y desde luego que eso lo transmite muy bien :-)


Como despedida de la grata compañía -y perfecta organización- de Diego, nos fuimos a ver los monasterios de Alaverdi, en el Cañón del Debed al norte de Armenia.

Nos sorprendieron los frescos del siglo XIII todavía conservados del monasterio/fortaleza de Akhtala. Pero mejor lo veis vosotros mismos:


Ahora, os podéis sentar un poco con Diego frente a las verdes montañas  y ciando estéis descansados, lo seguimos por el intrincado complejo de Haghpat en búsqueda de la parte más antigua...


Y por último, nos despedimos de Diego en el monasterio de Sanahin que significa "más antiguo que ése" aunque ya no impresiona tanto después del anterior. Fue fundado también por la reina Khosrvanuch en el 966 y podemos volver a ver representados a sus dos hijos, los príncipes Sembat y Kurike que ascenderá al trono de Armenia. Como nos sacamos la foto desde el cementerio, salimos un poco impresionados :-)



Aunque escribiré alguna otra entrada temática cuando llegue a España, aquí nos abandona Diego y en dos maschrutkas (minibuses) cruzo la frontera terrestre con Georgia y me voy a Tiflis a seguir la aventura por el Cáucaso. ¿Alguien se anima? :-)

Sunday 8 September 2019

De Erebuni a Ereván :-)

Hola familia y amigos, empieza otro apasionante viaje de Lolyplanet. Esta vez nos hemos venido al Cáucaso con Diego, uno de nuestros mejores colaboradores :-)

Recién llegados a Ereván en un vuelo nocturno y casi sin dormir, damos un salto de 2800 años y nos vamos directamente a las ruinas de la ciudad de Erebuni, capital del antiguo reino de Urartu (o Van) y 18 años más antigua que la mismísima Roma. No se si será por el sol o por el sueño, pero al llegar a la cima de la colina donde se asienta la ciudadela nos encontramos con el atractivo fundador de la ciudad. El poderoso rey ¡Argishti I!


Con los milenios, la corona se le ha quedado un poco colgandera, pero qué le vamos a hacer :-)

Desde lo alto de la ciudadela y con 2801 años a sus espaldas vemos la ciudad moderna a la que dió nombre, de la que salta a la vista su pasado soviético y de la que Dieguito no pierde detalle :-)


Tras un intento fallido de coger una Marshrutka (minibus) en una plaza descomunal y disfrutar gesticulando con los lugareños, cogemos uno de los baratísimos taxis armenios y nos vamos al Museo de Historia donde vemos vestigios todavía más antiguos que Erebuni, con impresionantes artefactos de la Edad de Bronce: carros enterrados (y conservados) enteros con el cuerpo del rey y los caballos sacrificados para que continuaran transportando al monarca en la otra vida, el zapato de cuero más antiguo del mundo, armas, etc Pero el objeto más valioso es un cáliz de bronce repujado de dentro hacia afuera que es casi un mural de la época: guerras, sacrificios religiosos, caza... Si lo relacionamos con las inmensas ánforas de barro encontradas en el templo de Khaldi de Erebuni que contenían el vino de los sacrificios, nos podemos imaginar la vida en la antigua Armenia, más o menos así:


Por su situación, Armenia ha recibido "visitas" de sus grandes vecinos: persas, griegos, romanos... pero sobre todo del imperio Otomano y Rusia.

De estilo soviético con fuente incluida es la Plaza de la República, animada por la noche con espectáculo s de luz y sonido,aunque  justo lo vimos el día que nos llovió un poco :-)


De ahí una agradable, elegante y concurrida avenida llega hasta una cascada arquitectónica con estatuas de Botero incluidas y en cuya cima se encontraba una estatua de Stalin de 17 metros hasta que la sustituyeron por otra de "la madre Armenia". El caso es que al quitar la estatua se les cayó y mató a un militar, contribuyendo a la leyenda de que Stalin seguía matando gente hasta después de muerto...


Otro de los ejemplos actuales de su relación con Rusia es la cantidad de coches Lada que ruedan felices por sus carreteras. Cedo la palabra a Diego para que os explique la curiosa relación entre los Fiat italianos, Seat españoles y Lada rusos:


Como veis este vídeo es de nuestro segundo día, en Echmiadzin, "el Vaticano Armenio" en los alrededores de Ereván. Ya que después de ir a ver una de las iglesias cristianas más antiguas del mundo (quitando la de Belén), la venerable iglesia estaba cerrada por obras, así que nos entretuvimos mirando coches :-)


Bueno, eso e intentar sin éxito aguantar hasta el final una misa ortodoxa cantada. Una de las diferencias más llamativas con la liturgia católica, aparte de la duración (buff), es que antes de la consagración del pan y el vino, corren una cortina con lo que el sacerdote y el altar quedan ocultos a la vista de los feligreses...


Por cierto que esta iglesia estaba dedicada a la monja Hripsime, de cuyas desgracias por rechazar a hombres poderosos, oiréis hablar en el siguiente vídeo. Lo hemos grabado en las cercanas ruinas de la catedral de Zvartnots, construida en el mismo lugar donde se supone que Gregorio el Iluminador consiguió convencer al rey Trdat III de que se convirtiera y declarara al cristianismo religión oficial en el 301 dC, siendo Armenia el primer país del mundo en hacerlo. Cuenta la versión oficial que fue porque Gregorio curó a Trdat de su locura, pero en este vídeo damos una versión "ligeramente" diferente de la historia...


No pudo ser así, entre otras cosas porque Trdat se convirtió después de haber mandado lapidar a Hripsime por rechazarlo. Pero no dejemos que la realidad nos estropee una buena historia.

Y hablando de realidad en Armenia, no podemos no mencionar el genocidio Armenio donde 1,5 millones de armenios murieron a manos del Imperio Otomano entre 1915 y 1922 y que todavía no es reconocido como tal por muchos países, entre ellos Turquía. Como muestra, os dejamos una foto del Memorial y museo del genocidio.



Y como las penas con música son menos penas, terminamos esta -ya no tan breve- introducción a la historia de Armenia con una bella canción sobre la pérdida del ser amado en la guerra (compuesta tras el genocidio en Armenia) volviendo a las ruinas de la ciudad de Erebuni. 

Como si las mismas, emociones, el mismo dolor, se vinieran cantando desde hace al menos 2800 años...