Os invito a un paseo desde la plaza de Bolívar pasando por la casa de Manuelita Sáenz, la "libertadora del Libertador" ;-)
"Oh dulce niña pálida, que como un montón de oro
de tu inocencia cándida conservas el tesoro;
a quien los más audaces, en locos devaneos,
jamás se han acercado con carnales deseos;
tú, que adivinar dejas inocencias extrañas
en tus ojos velados por sedosas pestañas,
y en cuyos dulces labios -abiertos sólo al rezo-
jamás se habrá posado ni la sombra de un beso...
Dime quedo, en secreto, al oído, muy paso,
con esa voz que tiene suavidades de raso:
si entrevieras dormida a aquel con quien tú sueñas,
tras las horas de baile rápidas y risueñas,
y sintieras sus labios anidarse en tu boca
y recorrer tu cuerpo, y en tu lascivia loca
besar tus pliegues de tibio aroma llenos
y las rígidas puntas rosadas de tus senos;
si en los locos, ardientes y profundos abrazos
agonizar soñar de placer en sus brazos,
por aquel de quien eres todas las alegrías,
¡Oh dulce niña pálida!, di, ¿te resistirías?"
En los siguientes Nocturnos, cada vez que la pálida luna bogotana alumbra su dolor, descubrimos la muerte de su amada (quizá su hermana Elvira)... hasta que le pidió a su médico que le dibujara una cruz donde se encontrara el corazón y ahí mismo entró la bala que acabó con su melancolía. Por eso los bogotanos confunden esta estatua del vacío en el corazón, con su querido poeta
Pero no os vayáis a pensar que en esta ciudad todo es trágico. Para relajarnos, demos una vuelta por uno de los parques navideños y escuchemos a sus famosos cuenteros
Vaya... Como ya me he vuelto a poner un poquito intenso, voy a terminar respondiendo a la pregunta que os interesa: "¿Cómo se liga en Bogotá?". No tengo ni idea jeje pero os voy a contar cómo se hacía antes por si os sirve. Había que ir con el suegro a LA casa de citas, sentarse hombro con hombro mirando cada uno en una dirección y dedicar las galanterías más respetuosas que se te ocurrieran. Si no le parecías mal al suegro te permitía por fin acariciar con la punta de los dedos el... meñique de tu amada. Y pasabas a la segunda fase: la suegra, que se encargaba de la parte más monetaria y organizar los pormenores. El plan B era escaparse, como os podréis imaginar ;-)
Esto es todo lo que os puedo aconsejar. Aquí se acaba mi viaje por esta ciudad a la vez dominguera-despreocupada y torturada, leal y traicionera. Por este hermoso país, fénix a medias; que fascina siempre, pero te quema o mancha de ceniza si te acercas demasiado. Y por la maravillosa y acogedora América latina. Así que os deseo suerte con los meñiques como a esta exitosa pareja...
PD: Sigo sin poder creerme que la última canción que he escuchado por las calles de Bogotá haya sido de Nino Bravo
PD2: Llegar a casa y que Francis te esté esperando con la casa limpia y la nevera llena, no tiene precio. Gracias Francis y gracias a todos por "acompañarme" en este viaje, sin vosotros no habría sido igual. ¡¡Un abrazo!!