Thursday 27 July 2017

Irán de puertas para adentro ( o jamadas en Hamadán)

Hola de nuevo!

Como os decíamos en el post anterior, lo mejor de Irán es su gente: hospitalaria, educada hasta el extremo del Ta'arof, culta, tierna... Y aunque sorprenda ver por calles modernas y llenas de letreros luminosos a grupos de mujeres cubiertas con sus largos chadores negros, la mayoría adaptan cuanto pueden la norma del hyjab y de puertas para adentro es otra cosa.

Por eso en esta entrada os invitamos a cruzar esas puertas. Curiosamente en Hamadán, la ciudad en plena ruta de la seda que fue capital de verano de los Aqueménidas y en la que trabajó y murió uno de los mayores médicos (y filósofo, físico, etc) de todos los tiempos: Bou Ali Ibn Sina (para nosotros, Avicena).


A Hamadán fuimos invitados por nuestra anfitriona de couch surfing (CS) en Teherán porque era el sexto cumpleaños de la hija de una prima (!). Nos quedamos a dormir en casa de los padres del marido de otra prima (!!). Y en un momento de la fiesta nos pidieron que les enseñáramos a bailar música española y dimos el espectáculo, como siempre (!!!). Pero ese no es el tema ;-)

Primero llegamos a la casa, un edificio de varias plantas donde vivían varios miembros de la familia, nos descalzamos y entramos. En "nuestro" piso había, como en casi todas las casas de por aquí, un salón amplio y diáfano completamente cubierto por mullidas alfombras que en muchas casas está rodeado de cojines rectangulares pegados a la pared para que la gente pueda sentarse cómodamente en el suelo a conversar, a cenar, levantarse a bailar o lo que surja ;-)

En este caso había un sofá con una mesita baja, pero el ambiente era igualmente acogedor. Nuestros anfitriones nos sacaron un agua bien fría con sirope de cereza para quitarnos el calor y el cansancio de encima y luego vino el desfile de pastas, té, preguntas en farsi, frutas, respuestas en árabe y en inglés, más pastas, ¿estáis casados?-¿no?-¿por qué no?, más risas, música tradicional, Irán es precioso ¡Ziva!, España es todavía más bonita ¡Ziva, ziva!, gracias, thank you, Tashacor... y así hasta que la gente fue a cambiarse de ropa y mi hermana, sintiéndose como en casa, se quedó dormida en el mullido sofá ;-)


La sorpresa fue cuando nuestra CS y su prima volvieron guapísimas y elegantes como si fuéramos a una boda: vestidos cortos sin mangas y por supuesto sin velo. Nosotros en cambio estábamos sudados y con la ropa de batalla del turista estándar. Mi hermana, recién despertada, casi se cae del sofá ;-)

Ella se arregló un poco, pero yo no tenía arreglo, así que fui tal cual al jardín que habían alquilado para la fiesta. En cuanto entramos, la mayoría de las chicas iban dejando las gabardinas) manteaux y los hyjabs en una habitación. Salvo por unas pocas mujeres que seguían con un discreto pañuelo a la cabeza, eso podría ser una fiesta elegante en España. Y en la habitación donde entrábamos a dejar la ropa había una mujer con pañuelo rezando sin ningún problema.

Libertad y respeto a todas las opciones.

Nos dijeron que a veces viene la policía religiosa (sobre todo a fiestas de adolescentes) para comprobar que no se bebe alcohol, que las chicas llevan hyjab, etc e incluso pueden llevarse a alguien a la comisaría. Pero que a las fiestas familiares y privadas no suelen venir, que no nos preocupáramos :-()

En un rinconcito medio a oscuras pudimos incluso tomarnos unos chupitos de ginebra de extranjis y volver a bailar al recinto principal.

Como os podéis imaginar todo el mundo fue encantador con nosotros, nos comunicamos como pudimos y nos encantaron la cena y su costumbre de bailar con el cuchillo con el que se corta la tarta de cumpleaños y los hombres dando billetes a las mujeres si bailaban bien. Una pasada.

Eso sí, en cuanto llegó la hora de irse, a todas las mujeres les tocó disfrazarse con los manteaux y los hyjabs antes de salir -de muy buen humor, eso sí- al teatro del espacio público. Y luego nuestra CS, mi herma y yo dormimos estupendamente sobre las esponjosas alfombras hechas a mano del salón que nos llevaron casi sin darnos cuenta -cual alfombras mágicas- de este mundo de ensueño al mundo de los sueños propiamente dichos ;-)

Al día siguiente sacaron tiempo para llevarnos a ver unas cataratas cerca de donde Darío y su hijo quisieron dejar constancia de su presencia, así como los cientos de familias iraníes que iban a pasar el día. Muchos con tiendas de campaña, incluso al borde de la carretera...


Por si esto fuera poco, la madre de las primas nos preparó una suculenta comida tradicional que degustamos a la manera tradicional, todos juntos en el suelo sobre las alfombras del acogedor salón circular. Lo dicho, una auténtica delicia:


Salvo porque tienen unos pimientos que son como los del padrón y a mi me tocó uno de los terroríficos. Pero bueno, parece que tras la visita a su mausoleo, Avicena se apiadó de un joven colega sin vesícula y no hubo mayores complicaciones y pudimos partir esa misma tarde siguiendo la ruta de la seda hacia el oeste hasta Kermansha ;-)

Esperemos haberos transmitido un poquito del cariño y la libertad que se respiran en Irán "de puertas para adentro".

Gracias a todos por seguirnos, por vuestras preguntas y por vuestros geniales comentarios.

¡Hasta pronto!

4 comments:

Diego said...

¡Genial! ¡¡Espérame que ya voy para allá!!

cesar said...

Ya te queda menos ;-)

Anonymous said...

Que chulo! Pasadlo genial y a seguir disfrutando del viaje!

Anus said...

Nunca dejareis de sorprenderme hermanit@s!!!
Disfruto muchísimo leyendo vtras aventuras.
Esta entrada la he leído en alto en el coche con las peques y Marta dice q la hija de la prima igual es hija de la tía Chari, jajajaja ya le explicareis en Chicli��
Besos gordos de los Recio-Perez