"El cuchillo producía un agudo y afilado dolor mientras cortaba la carne. El cirujano había hecho su trabajo. La sangre goteaba libremente sobre el suelo, hundiéndose en la arena. Desde ese momento un vínculo religioso ligaba Waiyaki a la tierra, como si su sangre fuera una ofrenda. A su alrededor las mujeres gritaban sus alabanzas. El hijo de Chege se había probado a sí mismo. Esas alabanzas se dedicaban únicamente a los valientes." NGUGI The River Between Pág44 (escrito en 1961 pero que no fue publicado hasta 1965)
Nos subimos a hombros de gigantes. A los de Chinua Achebe para profundizar en el misterio de las Máscaras y ahora a los del Keniata Ngugi Wa Thiongo, el otro "padre" de la literatura africana, para intentar comprender la inmensa relevancia que en toda África tiene el paso a la edad adulta, el rito de la circuncisión.
Es el momento más importante después de ser aceptado como miembro de la tribu al "recibir el nombre" poco después del nacimiento, como pudimos ver en el País Dogón, en Mali
La edad varía según las culturas y ha cambiado también con el tiempo, adaptándose por ejemplo a las vacaciones escolares o a las nuevas religiones, en paralelo con el cristianismo y confluyendo con las prácticas del islam.
Llegado el momento el niño se separa de sus padres, se junta con los compañeros de su grupo de edad y es conducido al bosque o a la "casa de circuncisión según sea la costumbre y allí será "iniciado" por los "ancianos". Parte de lo que allí pase permanecerá siendo secreto, pero nadie olvida las canciones de virilidad allí aprendidas, los consejos sobre cómo vivir en sociedad o cómo tratar a las mujeres -que te medio cuentan entre risas-, las pruebas superadas y sobre todo el vínculo imborrable que se crea con los compañeros del grupo de edad.
Pero por qué en casi todas las culturas del vasto confinente africano la prueba final es la circuncisión?? Para responder a esta pregunta tenemos la suerte de contar con las sabias explicaciones del mismo hombre que en su famoso discurso en la ONU dijo aquello de que en Àfrica "un anciano que muere es una biblioteca que arde". Escuchemos al maliense Ahmadou Hampate Bâ
"El prepucio es considerado como un símbolo de feminidad en la medida que recubre el pene y lo envuelve en una especie de obscuridad, pues todo lo que es femenino, maternal y germinativo se consigue y se desarrolla en el secreto y la obscuridad de lugares cerrados, ya sea en el seno de la mujer o en el de la tierra madre.
Una vez que el joven se libra de esa marca de feminidad original que encontrará de nuevo en su compañera, ya se le considera como el soporte de una "fuerza" exclusivamente masculina"
(Hampate Bâ, Amkoullel, l'enfant Peul pág 241)
Desgraciadamente, algo parecido les sirve a algunos todavía para explicar la ablación genital femenina, a pesar de la gran mortalidad de las niñas sometidas a esa práctica y de privar a las supervivientes en gran medida de la capacidad de gozar en sus relaciones.
Aunque en esto del miedo al clítorix, los dogones se llevan la palma. Poneros cómodos que os voy a contar la historia del origen de todos los seres humanos...
En el Principio el Dios del Cielo, el Dios Supremo Amma creó la Tierra haciendo una inmensa bola con sus propias manos... y se la folló
-ejem quiero decir- deseó tener una relación con su consorte. Pero la Tierra no había sido todavía "purificada por excisión" y el gran termitero, su clítorix, se alzó contra Amma. Con el susto todavía en el cuerpo, Amma, ni corto ni perezoso, se lo cortó. Y mientras todavía sangraba de la herida - y por tanto suponemos que no estaría muy por la labor- Amma la violó, que para eso era el Dios Supremo.
Pero como fue una violación, los hijos les salieron "impuros" como el zorro Ogo Yurugu, espíritu del desorden y el mal gobierno, aunque también tiene poderes de adivinación. Ya con más calma, el Cielo y la Tierra yacieron una segunda vez, alumbrando los espíritus-serpiente Nommo que trajeron orden y fertilidad al mundo. Un poco estiradillos, eso sí, porque no les gustaba que su madre la Tierra estuviera desnuda y por eso la cubrieron de vegetación.
Pero el cabrón -digo...- el zorro de Ogo Yurugu también violó a su madre robándole su manto vegetal y creamdo así muchos de los espíritus que aún pueblan la Tierra. Así que Amma pensó que tenía que inventar nuevas formas de creación y moldeó en arcilla unos genitales que dieron lugar a los ocho Ancestros de toda la Humanidad...
Volviendo a los chicos, una vez superada con valor la prueba, se vestirán sus nuevas ropas y ya podrán volver a sus casas entre grandes celebraciones. Pero esta vez ya como hombres, como miembros de pleno derecho en la tribu y también con todas las obligaciones, entre otras la de defenderla ante posibles ataques con su vida si fuera necesario con la ayuda de los otros hombres y de los que ya para siempre serán sus amigos, sus compañeros de edad.
Y como tengo ganas de ponerla en algún sitio, me despido con esta foto ;-)