Thursday, 12 September 2024

Taipei, en la isla más "hermosa"

La lista de los nombres de Taiwán ya dice mucho de su historia. Empecemos por el más sencillo, Formosa, la isla hermosa. Luego comentaremos el de República de China (ROC) -en contraposición a la República Popular de China (PRC), la China comunista para entendernos-.

Como nosotros llegamos desde Fuzhou a Taipei, mis primeras impresiones son:
- No hay restricciones de internet (no necesitamos VPN) pero adiós a usar apps para todo (sorprendente en el máximo productor de microchips). Curiosamente aquí, que sí que se pueden usar visa y mastercard, en muchos sitios no aceptan pago con tarjeta.
- Vuelta a los combustibles fósiles (ni motos ni coches eléctricos). Con la contaminación y el ruido que lo acompañan.
- Mucha más gente habla inglés y está lleno de extranjeros.
- Menos rascacielos (a parte del Taipei 101), casas más precarias, fachadas más sucias y mucha gente sin hogar. De hecho, me doy cuenta de que en China (PRC) no he visto a ningún mendigo.

Pero empecemos nuestra visita a Taipei con el freetour al que nos apuntamos para poder hacer nuestras preguntas a los guías Taiwaneses.

Quedamos en una zona que se llama Bangka (barca o algo así) porque allí  había muchos barqueros diciendo esa palabra para ofrecer sus servicios y que los holandeses  entendieron que era el nombre del lugar 🤭

Nos resumen la historia que nos van a contar: por aquí han pasado colonizadores españoles, holandeses, dinastía Ching y colonizadores japones (1895 a 1945), hasta volver a la República de China (ROC). 

En esa plaza "de las barcas" visitamos el templo de Longshan donde por fin entendimos los ritos básicos. Por cierto, en rodoslos templos hay baños y puedes rellenar la botella con agua fría. Gracias a los dioses 😅

De ahí fuimos a un barrio de la dinastía Ching reconstruido por los japoneses para incluir un hotel con habitaciones pequeñas para que los comerciantes pudieran dormir una noche cerca del mercado. Y aquí el guía se apuadó de nosotros y nos dejó ir a buscar un helado 🍦

Nos refrescamos con el aire acondicionado del edificio octogonal rojo (que representaba para los japoneses el comercio, bienvenido de todas las direcciones) en el que, ahora que Taiwán permite el matrimonio gay, hay varios locales de ambiente. Y, cambiando de ambiente y de guía, pasamos por Ximen, la puerta del Oeste destruida por los japoneses (el del gorro en la escultura).

En el parlamento, la guía nos explica que en Taiwán sólo hay un 2,6 % de población originaria, el resto viene de Fujian y otras provincias de China en migraciones antes y después de la guerra civil entre comunistas y nacionalistas (cuando los nacionalistas acabaron replegándose en Taiwán). Ahora mismo hay tres partidos principales (todos anticomunistas): el verde (actualmente en el gobierno, separatista de China), el azul (heredero del Kuomintang y partidario de relaciones más cordiales con China) y el blanco (que, según la guía "no se sabe bien lo que piensa").


Y finalmente llegamos al Memorial de Chiang Kai Shek . Juzgad por vosotros mismos. Esa tarde la rematamos subiéndonos a ver el atardecer en el espectacular rascacielos Taipei 101.

Al día siguiente, con energías renovadas nos damos un empacho de templos: el de Bao'an, el de Tianhou (nuestra querida diosa del mar) y el de Confucio donde hasta las "aves perversas" podían aprender. Así que espero que nosotros también 😅

La guinda de la tarde fue el museo del Palacio Nacional. Este museo contiene las obras de arte y muestras de distintas épocas de la historia de China que se trajo Chiang Kai Shek al replegarse en Taiwán. 

Y como premio, nos dimos un masaje de pies (menos mal que te los ponen a remojo antes!) fuimos al mercado callejero nocturno de Tonghua antes de caer rendidos en la cama del hotel 😅 

¡Dulces sueños!



1 comment:

Anonymous said...

Menuda clase de Historia....creo q km hacia en el cole, tenía q haber cogido apuntes para repasar 🤣🤣🤣🤣 .Anus