Con un poco de retraso pues ya no estoy en Etiopía os pongo este poema que no conseguía terminar (y que igual no he terminado ;-)). El estribillo me venía una y otra vez, así que tenía que quitármelo de la cabeza como fuera. Además mi amiga Pamen está ahora por allá, así que quizá le acompañe en el camino. Un abrazo!
Café etíope
Caen
de la luna de tus manos
las hojas verdes de papiro
como un hechizo
Tus soberbias montañas se sientan
se llenan en la estación seca
de agua y hierba
y hasta una iglesia de piedra
en el papiro verde...
navega
Gira, látigo, gira
que sigue Etiopía
esculpiendo sus campos
arando la piedra
Ya adquieren los granos
el color de tu piel
y yo, perro fiel,
me dejo seducir por el olor
que me acercan tus manos
Ya el Norte es Sur
y, vestidos de luz,
nos sentimos capaces
de saltar las reses
(la tradición es la excusa
la razón, como siempre, el amor)
Gira, látigo, gira
que sigue Etiopía
esculpiendo sus campos
arando la piedra
En África el Tiempo
con la violencia rítmica del hierro
sus granos convierte en polvo
y solo
veo que el incienso, el humo
se lleva la mosca del orguyo
-mío y tuyo-
Gira, látigo, gira
que sigue Etiopía
esculpiendo sus campos
arando la piedra
Por un instante
cuando por fin besas mis labios
negra Reina de Saba
me siento Salomón
no el sabio,
sino el feliz
Y en un desliz
se le cae el látigo
al Tiempo
Así que te ruego
Gira, mundo, gira
que siga Etiopía
esculpiendo sus campos
arando la piedra
Café etíope
Caen
de la luna de tus manos
las hojas verdes de papiro
como un hechizo
Tus soberbias montañas se sientan
se llenan en la estación seca
de agua y hierba
y hasta una iglesia de piedra
en el papiro verde...
navega
Gira, látigo, gira
que sigue Etiopía
esculpiendo sus campos
arando la piedra
Ya adquieren los granos
el color de tu piel
y yo, perro fiel,
me dejo seducir por el olor
que me acercan tus manos
Ya el Norte es Sur
y, vestidos de luz,
nos sentimos capaces
de saltar las reses
(la tradición es la excusa
la razón, como siempre, el amor)
Gira, látigo, gira
que sigue Etiopía
esculpiendo sus campos
arando la piedra
En África el Tiempo
con la violencia rítmica del hierro
sus granos convierte en polvo
y solo
veo que el incienso, el humo
se lleva la mosca del orguyo
-mío y tuyo-
Gira, látigo, gira
que sigue Etiopía
esculpiendo sus campos
arando la piedra
Por un instante
cuando por fin besas mis labios
negra Reina de Saba
me siento Salomón
no el sabio,
sino el feliz
Y en un desliz
se le cae el látigo
al Tiempo
Así que te ruego
Gira, mundo, gira
que siga Etiopía
esculpiendo sus campos
arando la piedra