Bueno, y ahora que ya hemos aprobado
la clase de iniciación en un poblado Xhosa y tras darnos un bañito
relajante en el acogedor hostal de Durban ("la amistosa ciudad" en
la que todo el mundo te dice que no andes por la calle porque pueden
atracarte y en la que no tuvimos ni el más mínimo problema), ahora
toca la siguiente lección pero esta vez en el poblado Zulú de
Eshowe, cerca de la antigua capital erigida en 1816 por el fundador
del imperio que años después haría temblar a los ingleses: el rey
Shaka.
Pero vamos a lo
nuestro. En esta segunda lección iremos directamente a la casa de la
sangoma o curandera local a un acto en que la gente del pueblo le va
contando uno a uno y en público sus problemas. Su “finca” consta
de varias “cabañas” circulares con distintos usos, a veces
separan la cocina, casas para los distintos hermanos si tienen famiia
y una para los antepasados. En los tejados de estas casas es donde se
van poniendo “muestras” de los distintos sacrificios que se han
hecho a los antepasados (cuernos, mandíbulas...) y como veis hasta
los tejados son acogedores ;-)
Y mientras mi traductor se echa la siesta por la juerga que se corrió el día anterior en que conoció a dos chicas y se ligó a una ("como me felicites cada vez que me echo una nuva novia no vas a parar en todo el mes" me dice riendo ;-)) yo hago lo de siempre, ponerme a jugar con todos los niños que me encuentro jeje
Hasta que por fin va llegando la gente y empieza la ceremonia, con cánticos tipo gospel porque la sangoma pertenece a la iglesia de Nazareth, una rama del cristianismo que permite el culto a los antepasados y en que normalmente los templos son simplemente un círculo de palos clavados en el suelo (también tienen otras cosas como que la mujer puede rechazar dos propuestas de matrimonio pero a la tercera tiene que aceptar sea quien sea!). Lo primero que me sorprende es que tenemos que salir de la choza para que los aprendices de curandero nos laven los pies a todos con una mezcla de cerveza tradicional, agua y... fanta de naranja! Cuando pregunto si es por el pasaje de la biblia en que lavan los pies, se descojona y me dice que el mejunje resultante se lo lleva la gente a casa para distintos rituales (menos bebérselo!) como salpicar las paredes para expulsar malos espíritus, creo.
Después comemos todos del arroz que trae una consultante de la sesión anterior (y tiran caramelos!) como parte de su tratamiento y bebemos todos la amarga cerveza ritual. Después de eso la gente va contando sus problemas mientras el resto van repitiendo KEESA que debe significar antepasados.
Después empieza el crescendo de los cánticos hasta que la sangoma y los aprendices entran en trance con movimientos más violentos, sonidos guturales y esas cosas y va dando consejos: al que tenía enemigos en su trabajo le dice que esos enemigos le quieren matar pero que le protege su abuelo por lo que se lo tiene que agradecer sacrificando una cabra, a parte de cerveza ritual para agradecerle el trabajo que tiene y beber de una botella con una cuerda dentro de las que se ponen en la cintura para mayor protección. A la que le pide ayuda con los exámenes le dice que a los antepasados no les gusta que tenga dos novios, con la carcajada general de la comunidad. A la que le pregunta por el éxito de su negocio le dice que despida a la vendedora! y traiga la carne que vende para presentársela a los antepasados y compartirla con la comunidad. Y así uno por uno hasta dar respuesta a todos con voz ronca y entrecortada.
Pero antes de terminar, sigilosos, salimos de la casa y nos calzamos de nuevo porque un coche nos espera fuera para volver al hotel. Fin de la segunda lección, hay que volver a casa ;-)