10 years ago
Wednesday, 30 November 2011
El rap de Medellín
*Transcripción:
Llegué a esta ciudad/ mojado hasta el culo./ Encontramos pronto/ un hostal muy chulo.
Y después de dormir/ y un buen desayuno/ gordos y gordas había por un tubo./ ¡Botero sabe, ya lo creo/ lo que es un buen trasero!
Por la tarde lloviendo/ -siempre jodiendo-/ una bandeja paisa nos metimos al coleto./ Así sí, ya se puede/ buscar un buen bareto/ -con jazz primero-.
En la plaza del periodista/ la casa de Asterion/ buscamos con denuedo/ y unos hermanos:/ un rastafari, uno loco y otro vago/ nos hicieron un rap/ para encontrarlo./ ¡Pero estaba cerrado!
En Colombia -nos dijeron-/ esto es lo que hay:/ Cartagena, es cosa buena,/ en Barranquilla son guapas las chiquillas,/ a Bogotá piénsese si va./ Pero en Medellín están:/ la madre soltera,/ el padre de familia/ y su pandilla,/ el borracho, el vago el maleante,/ el que me debe el alma/ y las mujeres que si quieres te la...
Al día siguiente volamos por el aire,/ en metro cable./ Y sobre los tejados/ ya no está Pablo Escobar/ ¡está el nombre del alcalde!
Con pre-supuestos-parti-cipativos/ y toda esa vaina/ a mi me parece/ ¡que Medellín avanza!
En el parque Arví/ esta ciudad se acaba/ aunque poco a poco/ se sube a las montañas.
Y cuando vamos de bajada/ "los pies descalzos"/ en el parque a descansar,/ ¡la puta lluvia nos vuelve a cazar!
En el Pequeño teatro/ nos refugiamos;/ Vaya risas nos echamos!
Y ahora sí/ ¡qué misterio!/ La casa de Asterion/ por fin estaba abierto./ Y a Harry tras la barra/ le va la farra./ Entre Borges y Cortázar no parábamos la charla./ Que si el amor,/ que si ponme otra de licor./ Que si la vida,/ que si los muertos,/ que si me pones otro guaro/ nos lo bebemos.
El resto de la noche/ no te lo cuento./ Vente a Medellín/ ¡¡esto hay que verlo!!
Monday, 28 November 2011
Agüita pa el café ;-)
De Cali partí rumbo al eje cafetero y, tras un breve cambio de bus en Armenia, llegué de noche al pequeño y encantador puerto de Salento enclavado en el hermoso valle del Cauca. Pero como al llegar era de noche lo único que vi fue a una chica francesa con mochila que se bajaba en uno de los hostales (no el que yo tenía pensado), así que me bajé yo también ;-) Marie había trabajado un año en Valladolid y, aparte de ser majísima, habla con un acento perfecto del norte que da gusto oírla. El hostal resultó ser la finca de una plantación de café, al final de un barrizal, cuesta abajo y sin farolas. Pero muy chulo.
Así que esa misma noche volvimos a recorrer el barrizal para ir a la plaza del pueblo a tomarnos una cervecita y bailar un poco de salsa. El ambiente era muy tranquilo pero con parejas de adolescentes bailando correctamente lo que les eches, sin gritos, ni música a todo volumen. Y como en todos los pueblos, mezcla de gente de todas las edades. Nos volvimos prontito como niños buenos porque a la mañana siguiente había que madrugar, ducharse con agua fría, atravesar el barrizal y tomarse un café ardiendo entre los baches dentro de un jeep para llegar al valle del Cocora, donde cojimos otro medio de transporte...
Y después de cruzar varias veces el río y avanzar por el lodazal por fin nos encontramos con unos nuevos y pequeños amiguitos:
Y al volver, ¡oh maravilla! Nos cayó de nuevo el diluvio universal y, ya sin caballo, fuimos chorreando y nadando por el barro hasta la plantación de café. Allí, todavía empapados, aprendimos mucho sobre el divino licor:
Y de nuevo atravesar el barrizal (¿os lo había dicho ya??) y el pueblo protegiendo las mochilas como pudimos para darnos una duchita en la misma estación de autobuses y esperar, sequitos y felices nuestro autobús a Medellín, donde estamos ahora.
Dulces y secos sueños a todos desde el país del café y de las lluvias!!!
Así que esa misma noche volvimos a recorrer el barrizal para ir a la plaza del pueblo a tomarnos una cervecita y bailar un poco de salsa. El ambiente era muy tranquilo pero con parejas de adolescentes bailando correctamente lo que les eches, sin gritos, ni música a todo volumen. Y como en todos los pueblos, mezcla de gente de todas las edades. Nos volvimos prontito como niños buenos porque a la mañana siguiente había que madrugar, ducharse con agua fría, atravesar el barrizal y tomarse un café ardiendo entre los baches dentro de un jeep para llegar al valle del Cocora, donde cojimos otro medio de transporte...
Y después de cruzar varias veces el río y avanzar por el lodazal por fin nos encontramos con unos nuevos y pequeños amiguitos:
Y al volver, ¡oh maravilla! Nos cayó de nuevo el diluvio universal y, ya sin caballo, fuimos chorreando y nadando por el barro hasta la plantación de café. Allí, todavía empapados, aprendimos mucho sobre el divino licor:
Y de nuevo atravesar el barrizal (¿os lo había dicho ya??) y el pueblo protegiendo las mochilas como pudimos para darnos una duchita en la misma estación de autobuses y esperar, sequitos y felices nuestro autobús a Medellín, donde estamos ahora.
Dulces y secos sueños a todos desde el país del café y de las lluvias!!!
Saturday, 26 November 2011
Salsotecas, gatas y franceses
Después de los pesebres en Popayán, nada mejor que ir a un hostal regentado por franceses en la Cali marchosa y obrera ;-) En la estación una chica me preguntó si era francés y si quería compartir taxi y, mientras hablábamos, una chica colombiana y su madre se ofrecieron a llevarnos ¡gratis! En el hostal el profesor de salsa ya estaba preparando la salida nocturna a un salsódromo. Son como los bares de España donde se baila salsa, pero aquí la gente baila bien y se lo toma en serio. No tengo vídeos de la noche, pero al pasear la mañana siguiente por el río me encontré algo que puede aclarar algunos aspectos de la vida nocturna de la ciudad ;-)
El resto de la ciudad es como si cogieras alguna iglesia de ladrillo del centro de Bolonia, alguna plaza de armas blanca y elegante y las afueras de medio mundo, las metieras en una coctelera y lo agitases con fuerza. Conserva su encanto en un completo desastre, con abundante población negra y rumbosa ocupando las plazas o un simpático hombre orquesta cantando baladas de los sesenta y setenta. Incluidos Nino Bravo y Raphael!!
Y ya que tengo wifi y estoy en el tranquilo barrio elevado de San Antonio, cómodamente sentado en el sofá del albergue, con el cuadro de Montmartre de Van Gogh en la terraza, hablando tranquilamente con un italiano de Egipto, la dimisión de Berlusconi o el bigote de Aznar, cuelgo esta entrada breve y un poco absurda desde la parte más surrealista de Colombia. Un abrazo!
El resto de la ciudad es como si cogieras alguna iglesia de ladrillo del centro de Bolonia, alguna plaza de armas blanca y elegante y las afueras de medio mundo, las metieras en una coctelera y lo agitases con fuerza. Conserva su encanto en un completo desastre, con abundante población negra y rumbosa ocupando las plazas o un simpático hombre orquesta cantando baladas de los sesenta y setenta. Incluidos Nino Bravo y Raphael!!
Y ya que tengo wifi y estoy en el tranquilo barrio elevado de San Antonio, cómodamente sentado en el sofá del albergue, con el cuadro de Montmartre de Van Gogh en la terraza, hablando tranquilamente con un italiano de Egipto, la dimisión de Berlusconi o el bigote de Aznar, cuelgo esta entrada breve y un poco absurda desde la parte más surrealista de Colombia. Un abrazo!
Friday, 25 November 2011
Por fin conozco a... Juan Valdez ;-)
La despedida de Ecuador fue dura. Después de los cuatro maravillosos días en la selva en magnífica compañía, la vuelta a Quito, los mensajes del trabajo, Otavalo nublado y sin su mítico mercado indígena de los sábados... sólo una gran tarta de chocolate y la amabilidad de sus dueñas, grandes aficionadas al fútbol y con la contraseña wifi del restaurante de al lado (por eso se oía mal, Diego ;-), consiguieron animarme un poco. Quedaba llegar a Tulcán para pasar la frontera entre la lluvia y con una mujer que al saber que era español me dijo "¡de la malparida madrepatria!" y no paraba de hablar, lo que despertó mi complicidad con el taxista ecuatoriano. Nada más pasar, otro bus nocturno a Popayán y ya que seguía lloviendo, por la mañana otro a San Agustín, para ver una de las culturas precolombinas más antiguas de Colombia. Y aquí empieza la aventura ;-)
¿Cuántas toneladas de equipaje créeis que pueden entrar en una "buseta"? ¿Cuántos pasajeros sin asiento? "En el cielo tenemos que entrar todos, y Dios quiere" Y la más importante: ¿¿Cuánto puede pesar un ruso sesentón como máximo y seguir pagando sólo un billete?? Efectivamente, era mi compañero;-) Y la carretera... Un barrizal con camiones enormes volcados en las cunetas. Pero tras ocho horitas llegamos!!
Luego, volver a toda prisa por el mismo camino... y con el mismo conductor: "me está dando un cólico esa señora". Pero esta vez a su lado y sin asiento ;-)
Así que esta mañana me he venido directamente a la plaza de esta ciudad blanca y soleada a conocer a... Juan Valdez!! Mmmmmmmm
Y después me he encontrado esto; que se lo dedico, cómo no, a "mi mamá":
Y tras comprobar que Diego sigue esperando parto rumbo a Cali!!!
¿Cuántas toneladas de equipaje créeis que pueden entrar en una "buseta"? ¿Cuántos pasajeros sin asiento? "En el cielo tenemos que entrar todos, y Dios quiere" Y la más importante: ¿¿Cuánto puede pesar un ruso sesentón como máximo y seguir pagando sólo un billete?? Efectivamente, era mi compañero;-) Y la carretera... Un barrizal con camiones enormes volcados en las cunetas. Pero tras ocho horitas llegamos!!
Luego, volver a toda prisa por el mismo camino... y con el mismo conductor: "me está dando un cólico esa señora". Pero esta vez a su lado y sin asiento ;-)
Así que esta mañana me he venido directamente a la plaza de esta ciudad blanca y soleada a conocer a... Juan Valdez!! Mmmmmmmm
Y después me he encontrado esto; que se lo dedico, cómo no, a "mi mamá":
Y tras comprobar que Diego sigue esperando parto rumbo a Cali!!!
Tuesday, 22 November 2011
La selva del Cuyabeno
Internarse por el oriente de Ecuador, por su selva, con cuatro fantásticos compañeros: el noble Erik y la encantadora Zinzi de Holanda, la bella Alicia del cantón italiano de Suiza y Jan, un alemán que, según él mismo, "siempre me dicen que parezco un asesino ruso"...
Atravesar arenas movedizas...
Avanzar con lianas...
O sortear anacondas gigantes...
Y bañarse luego tranquilamente...
Empapándonos de este verde salvaje con pinceladas azules de mariposas gigantes, emborrachándonos con el coctail inverosímil de colores de los tucanes o con la danza originaria de estrellas en la jam session nocturna de insectos y de aves...
Al final Tomás, el chamán de la tribu siona y su "Rey del Ajé"...
Sólo tuvieron que ponernos un espejo delante para mostrarnos que la meta fue el camino y, mirándome a los ojos, añadir:
"Ya estás listo para volar"
Atravesar arenas movedizas...
Avanzar con lianas...
O sortear anacondas gigantes...
Y bañarse luego tranquilamente...
Empapándonos de este verde salvaje con pinceladas azules de mariposas gigantes, emborrachándonos con el coctail inverosímil de colores de los tucanes o con la danza originaria de estrellas en la jam session nocturna de insectos y de aves...
Al final Tomás, el chamán de la tribu siona y su "Rey del Ajé"...
Sólo tuvieron que ponernos un espejo delante para mostrarnos que la meta fue el camino y, mirándome a los ojos, añadir:
"Ya estás listo para volar"
Friday, 18 November 2011
Ecuador exprés
Tras viajar de noche dando tumbos hasta Tumbes (jeje), pasé la frontera y cogí otro autobús directamente hasta la hermosa y colonial Cuenca. Ya en el camino lo verde parecía más verde y las casas humildes eran más humildes (de madera) pero ya no se veían tantas casas a medio construir ni fachadas sin pintar. Y en Cuenca las calles elegantemente empedradas hacían que el polvo que envejece los caminos y los pueblos pareciera un sueño lejano. Y las mujeres... canela y clavo, como diría Jorge Amado. Las de piel más oscura tienen los ojos negros y el sombrero varonil a juego, innovan con tacones y medias las faldas tradicionales que ocultan sólo a ratos la curva grácil de sus piernas y tienen la sonrisa blanca y radiante siempre a punto para alegrarte el día ;-) Y toda la fabulosa variedad que nos regala el mestizaje.
Admito que mi juicio pudo quedar nublado por la comilona que me pegué o el delicioso chocolate a media tarde en aquel local en que sólo ponían a Sabina y Serrat, pero lo que acabó de convencerme fue la lucha de la gente apoyando al gobierno en la iniciativa de exigir un impuesto al mundo para no explotar el petróleo del maravillo parque del Yasuní, reserva de la biosfera. Me gusta la mezcla de belleza y "socialismo del siglo XXI" ;-)
De Cuenca me cogí otro autobús nocturno (bufff) hasta Latacunga para visitar la laguna formada dentro del volcán Quilotoa. Bajar hundiendo las piernas en arena blanca fue incómodo pero fácil, subir fue una paliza, pero la tontería que se me ocurrió hacer después ya no tiene nombre...
El vídeo se corta de forma abrupta porque no había comido, ni había recargado el móvil, así que ambos nos quedamos sin batería. Con la diferencia de que a mi todavía me quedaba una lucha contra el sol (para llegar antes de que anocheciera) y contra el volcán que de vez en cuando borraba el camino y me obligaba a bajar un poco por el cráter apoyándome en las raíces de los arbustos y agarrándome a sus ramas. Un grupo de escolares de una aldea cercana me acompañaron un ratito y me llamaban "Sesako" que no sé si era mi nombre en quechua o "blanco gilipollas que se va el solo a dar la vuelta al cráter de un volcán" ;-) Cuando finalmente llegué, agotado y sediento, la montaña me regaló un hermoso atardecer y las estrellas me acompañaron de vuelta hasta coger... OTRO autobús rumbo a Quito ;-)
Despertarse en una cama de matrimonio (solo ;-) darse una ducha de agua caliente y desayunar como si no hubiese mañana es la mejor forma de empezar el día, pero si además sales por los parques de esta ciudad llena de luz y color, rodeada de montañas (de un verde más verde, no lo olvidéis) sólo puedes pedir que haya wifi gratis en sus plazas y puedas hablar simultáneamente ¡con tu madre y tu abuela en Europa y tu hermana en África! Increíble pero cierto, amigos ;-))
La ciudad vieja de Quito tiene un encanto especial, plazas preciosas con palmeras y palomas por doquier, calles limpias y casas de colores alegres con un cierto aire colonial. Y a parte de conventos e iglesias tiene infinidad de leyendas. Como la del indígena encargado de la construcción del convento de San Francisco que, al no poder terminarlo en el plazo indicado, vende su alma al diablo y unos cuantos demonios se ponen manos a la obra esa noche para terminar el trabajo. A última hora, el indígena esconde una piedra que le permite invalidar el trato y salvar su alma ;-).
Pero la verdadera catedral de Quito no está en el casco antiguo, sino mucho más al norte y se llama Capilla del Hombre. Fue la gran obra del querido y genial artista indígena Oswaldo Guayasamin, justamente apodado "el pintor de Iberoamérica".
Para él pintar era una oración y a la vez un grito para que algún día haya paz y todos los hombres vayamos juntos de la mano.
Y al entrar a su capilla y ver la oscura bóveda representando, cual Guernika, a los trabajadores de las minas del Potosí alzando sus brazos hacia la luz; o la serie de rostros de América sufrientes, dignos, tiernos y al final el de una niña, llena de alegría y esperanza... uno comparte su oración y su grito.
Y al salir uno no querría separarse del árbol bajo el que reposa este gran hombre y desde el que se ve su capilla con el atrdecer de Quito recostada entre montañas y arropada por la niebla. Un atardecer dorado y duradero que tampoco parece querer alejarse de este lugar hasta que al final, con un breve destello rojizo, da paso a las estrellas...
Admito que mi juicio pudo quedar nublado por la comilona que me pegué o el delicioso chocolate a media tarde en aquel local en que sólo ponían a Sabina y Serrat, pero lo que acabó de convencerme fue la lucha de la gente apoyando al gobierno en la iniciativa de exigir un impuesto al mundo para no explotar el petróleo del maravillo parque del Yasuní, reserva de la biosfera. Me gusta la mezcla de belleza y "socialismo del siglo XXI" ;-)
De Cuenca me cogí otro autobús nocturno (bufff) hasta Latacunga para visitar la laguna formada dentro del volcán Quilotoa. Bajar hundiendo las piernas en arena blanca fue incómodo pero fácil, subir fue una paliza, pero la tontería que se me ocurrió hacer después ya no tiene nombre...
El vídeo se corta de forma abrupta porque no había comido, ni había recargado el móvil, así que ambos nos quedamos sin batería. Con la diferencia de que a mi todavía me quedaba una lucha contra el sol (para llegar antes de que anocheciera) y contra el volcán que de vez en cuando borraba el camino y me obligaba a bajar un poco por el cráter apoyándome en las raíces de los arbustos y agarrándome a sus ramas. Un grupo de escolares de una aldea cercana me acompañaron un ratito y me llamaban "Sesako" que no sé si era mi nombre en quechua o "blanco gilipollas que se va el solo a dar la vuelta al cráter de un volcán" ;-) Cuando finalmente llegué, agotado y sediento, la montaña me regaló un hermoso atardecer y las estrellas me acompañaron de vuelta hasta coger... OTRO autobús rumbo a Quito ;-)
Despertarse en una cama de matrimonio (solo ;-) darse una ducha de agua caliente y desayunar como si no hubiese mañana es la mejor forma de empezar el día, pero si además sales por los parques de esta ciudad llena de luz y color, rodeada de montañas (de un verde más verde, no lo olvidéis) sólo puedes pedir que haya wifi gratis en sus plazas y puedas hablar simultáneamente ¡con tu madre y tu abuela en Europa y tu hermana en África! Increíble pero cierto, amigos ;-))
La ciudad vieja de Quito tiene un encanto especial, plazas preciosas con palmeras y palomas por doquier, calles limpias y casas de colores alegres con un cierto aire colonial. Y a parte de conventos e iglesias tiene infinidad de leyendas. Como la del indígena encargado de la construcción del convento de San Francisco que, al no poder terminarlo en el plazo indicado, vende su alma al diablo y unos cuantos demonios se ponen manos a la obra esa noche para terminar el trabajo. A última hora, el indígena esconde una piedra que le permite invalidar el trato y salvar su alma ;-).
Pero la verdadera catedral de Quito no está en el casco antiguo, sino mucho más al norte y se llama Capilla del Hombre. Fue la gran obra del querido y genial artista indígena Oswaldo Guayasamin, justamente apodado "el pintor de Iberoamérica".
Para él pintar era una oración y a la vez un grito para que algún día haya paz y todos los hombres vayamos juntos de la mano.
Y al entrar a su capilla y ver la oscura bóveda representando, cual Guernika, a los trabajadores de las minas del Potosí alzando sus brazos hacia la luz; o la serie de rostros de América sufrientes, dignos, tiernos y al final el de una niña, llena de alegría y esperanza... uno comparte su oración y su grito.
Y al salir uno no querría separarse del árbol bajo el que reposa este gran hombre y desde el que se ve su capilla con el atrdecer de Quito recostada entre montañas y arropada por la niebla. Un atardecer dorado y duradero que tampoco parece querer alejarse de este lugar hasta que al final, con un breve destello rojizo, da paso a las estrellas...
Tuesday, 15 November 2011
Homenaje al Dr Julio César Tello (por el Dr César Pérez Herrero ;-)
Vamos a seguir los pasos del padre de la arqueología peruana, el médico J César T, gran amante de la arqueología (y de muchas otras cosas ;-)
Supongamos que este hombre afable y aventurero quiere llegar por ejemplo a las pirámides de Túcume de cultura Lambayeque. Usará los medios de transporte que encuentre a su paso:
Hasta que, al acercarse a las ruinas encontrará lo que siempre hay en las ciudades perdidas antes de que lleguen los investigadores... ¡niños jugando!
Los niños le indicarán el camino "correcto" para llegar a la cima, donde podrá contemplar en soledad una más de las maravillas hechas mano a mano por el hombre y la naturaleza:
Después vendrán largos y duros años de estudio, pero eso es sólo la letra pequeña ;-)
Desde que dejé a la familia de Luiggi en Lima, casi he seguido el clásico esquema de J. César Tello de las etapas del arte precolombino
+Formativo (1600-0 adC):
Primero fui a la ciudad de Huaraz, atravesando el callejón de Huaylas que separa la cordillera negra de la nevada e imponente cordillera blanca (que me recordó a mi querido Annapurna Sur del Himalaya y a la que le quedan sólo 20 años de vida por culpa del cambio climático :-(() para llegar a ver las ruinas de la que ellos mismos llaman cultura madre andina, Chavín de Huántar:
Y casi asistimos a sus sacrificios...
+Auge (1-800 dC):
Tras coger un autobús que nos dejó tirados en la carretera de dos a seis de la mañana (primero vino a "rescatarnos" otro bus que también estaba "malogrado" ;-) llegué a la peligrosa Trujillo (desde que llegaron los mall hace 4 años, según el taxista). Aparte de los Nazca en el sur, que destacan por la pintura y las famosas líneas (ver entrada) la siguiente cultura serían los
-Mochica con su impresionante Huaca de la Luna que es la que fui a ver, con la famosa piedra donde decapitaban a los perdedores de los combates y cuya sangre (con un anticoagulante natural) llevaban hasta el mandamás que quizá se la bebía de un trago delante de la concurrencia. Y hoy en Lambayeque he visto la famosa tumba del señor de Sipán, con sus tres esposas, sus gigantescos pendientes, estandartes de metal, la constante dualidad del bien y el mal, la vida y la muerte...
+Fusional (800-1300 dC): De los Huari, con su escultura naif, no vi ninguna ciudad pero, una vez liberados de los Huari llegó el renacimiento con la fase
+Imperial (1300-1532 dC) con Chancay en el centro y
-Chimú también en Trujillo. Allí paseé por la famosa Chan Chan (la ciudad de barro más grande del mundo) y pude ver la plaza donde sacaban una réplica de la momia del antepasado y ante la que se drogaban mujeres y jóvenes que se enterraban vivos cerca de su tumba. Y después ya llegarían los Incas, fusionándolo todo.
En la pequeña ciudad de Túcume el polvo en el aire pronto aumentará su tono rojizo a la salida de los escolares. Pronto me subiré a la combi con los agricultores borrachos que van comentando el partido, el padre que va a la ciudad a arreglar los papeles de su hijo, la que se prepara el examen de mañana... Será más tarde cuando llegue a la animada Chiclayo a coger el bus con el que terminaré mi último día completo en Perú.
Pero será después. Yo ahora me despido de este maravilloso país tumbado en la campiña que rodea las pirámides, charlando con el agricultor con carabina que me cuenta que al maíz aún le quedan dos semanas y con el rumor del viento meciendo las pequeñas mazorcas, doradas prematuramente por el sol del atardecer...
Supongamos que este hombre afable y aventurero quiere llegar por ejemplo a las pirámides de Túcume de cultura Lambayeque. Usará los medios de transporte que encuentre a su paso:
Hasta que, al acercarse a las ruinas encontrará lo que siempre hay en las ciudades perdidas antes de que lleguen los investigadores... ¡niños jugando!
Los niños le indicarán el camino "correcto" para llegar a la cima, donde podrá contemplar en soledad una más de las maravillas hechas mano a mano por el hombre y la naturaleza:
Después vendrán largos y duros años de estudio, pero eso es sólo la letra pequeña ;-)
Desde que dejé a la familia de Luiggi en Lima, casi he seguido el clásico esquema de J. César Tello de las etapas del arte precolombino
+Formativo (1600-0 adC):
Primero fui a la ciudad de Huaraz, atravesando el callejón de Huaylas que separa la cordillera negra de la nevada e imponente cordillera blanca (que me recordó a mi querido Annapurna Sur del Himalaya y a la que le quedan sólo 20 años de vida por culpa del cambio climático :-(() para llegar a ver las ruinas de la que ellos mismos llaman cultura madre andina, Chavín de Huántar:
Y casi asistimos a sus sacrificios...
+Auge (1-800 dC):
Tras coger un autobús que nos dejó tirados en la carretera de dos a seis de la mañana (primero vino a "rescatarnos" otro bus que también estaba "malogrado" ;-) llegué a la peligrosa Trujillo (desde que llegaron los mall hace 4 años, según el taxista). Aparte de los Nazca en el sur, que destacan por la pintura y las famosas líneas (ver entrada) la siguiente cultura serían los
-Mochica con su impresionante Huaca de la Luna que es la que fui a ver, con la famosa piedra donde decapitaban a los perdedores de los combates y cuya sangre (con un anticoagulante natural) llevaban hasta el mandamás que quizá se la bebía de un trago delante de la concurrencia. Y hoy en Lambayeque he visto la famosa tumba del señor de Sipán, con sus tres esposas, sus gigantescos pendientes, estandartes de metal, la constante dualidad del bien y el mal, la vida y la muerte...
+Fusional (800-1300 dC): De los Huari, con su escultura naif, no vi ninguna ciudad pero, una vez liberados de los Huari llegó el renacimiento con la fase
+Imperial (1300-1532 dC) con Chancay en el centro y
-Chimú también en Trujillo. Allí paseé por la famosa Chan Chan (la ciudad de barro más grande del mundo) y pude ver la plaza donde sacaban una réplica de la momia del antepasado y ante la que se drogaban mujeres y jóvenes que se enterraban vivos cerca de su tumba. Y después ya llegarían los Incas, fusionándolo todo.
En la pequeña ciudad de Túcume el polvo en el aire pronto aumentará su tono rojizo a la salida de los escolares. Pronto me subiré a la combi con los agricultores borrachos que van comentando el partido, el padre que va a la ciudad a arreglar los papeles de su hijo, la que se prepara el examen de mañana... Será más tarde cuando llegue a la animada Chiclayo a coger el bus con el que terminaré mi último día completo en Perú.
Pero será después. Yo ahora me despido de este maravilloso país tumbado en la campiña que rodea las pirámides, charlando con el agricultor con carabina que me cuenta que al maíz aún le quedan dos semanas y con el rumor del viento meciendo las pequeñas mazorcas, doradas prematuramente por el sol del atardecer...
Lima y otras frutas ;-)
12/11/11
Lima es un monstruo. Es enorme, peligrosa y una capa de polución y suciedad cubre casi todas sus calles y fachadas. No obstante, bajo esa capa la gente insiste en dar golpes de color, fachada a fachada, en su lucha contra los días grises. Y la gana en los parquecitos con flores dentro de los condominios y dentro de las casas. Especialmente en la de los padres de Luiggi ;-). Una muestra de los colores:
Como os podéis imaginar, nada más llegar la mesa estaba puesta y la conversación a punto, así que cuando se quisieron dar cuenta ya nos habían dado las tantas ;-) Encima me dejaron dormir en la habitación de Jose, el sobrino de Luiggi, que se tuvo que ir a dormir con los abuelos :-()
A la mañana siguiente como "castigo" me estaban esperando un par de bocadillos de tortilla y un café calentito. Energía necesaria para seguir el ritmo de William, el padre de Luiggi que me llevó en todos los medios de transporte terrestres por el centro de esta ciudad de locos. Os presento la plaza de armas:
Hablando con William, la selva brota de cada árbol que encontramos en la ciudad y cualquier situación es excusa para una clase de botánica o una anécdota sobre experimentos o incluso sobre el terrorismo de Sendero Luminoso, pero estilo Gila.
Hoy hemos vuelto al centro, a Correos, dado que es el único buzón que hemos encontrado en esta megaurbe. Una guía que parecía un meteorito por su tamaño y la velocidad a la la que nos llevaba nos ha enseñado el convento de Santo Domingo, y nos decía que San Martín de Porres, el negro que podía estar en dos sitios a la vez debía darse de latigazos cada vez que veía a Santa Rosa de Lima, la primera santa nacida en América, pues tal era su belleza ;-)
Y tras una tarde en la brumosa y marinera punta del Callao con su playa de piedras y de ver los rascacielos que empiezan a desarrollarse por San Isidro, llegó el momento de la despedida.
Pero quiero dejaros con la imagen de un vídeo que no voy a colgar: los adorables William y Maru en el salón de su casa bailando chachachá para que aprendan Luiggi y la Regina. Y con todo el calor de su cariño desbordante.
Muchísimas gracias y ¡hasta pronto!
Lima es un monstruo. Es enorme, peligrosa y una capa de polución y suciedad cubre casi todas sus calles y fachadas. No obstante, bajo esa capa la gente insiste en dar golpes de color, fachada a fachada, en su lucha contra los días grises. Y la gana en los parquecitos con flores dentro de los condominios y dentro de las casas. Especialmente en la de los padres de Luiggi ;-). Una muestra de los colores:
Como os podéis imaginar, nada más llegar la mesa estaba puesta y la conversación a punto, así que cuando se quisieron dar cuenta ya nos habían dado las tantas ;-) Encima me dejaron dormir en la habitación de Jose, el sobrino de Luiggi, que se tuvo que ir a dormir con los abuelos :-()
A la mañana siguiente como "castigo" me estaban esperando un par de bocadillos de tortilla y un café calentito. Energía necesaria para seguir el ritmo de William, el padre de Luiggi que me llevó en todos los medios de transporte terrestres por el centro de esta ciudad de locos. Os presento la plaza de armas:
Hablando con William, la selva brota de cada árbol que encontramos en la ciudad y cualquier situación es excusa para una clase de botánica o una anécdota sobre experimentos o incluso sobre el terrorismo de Sendero Luminoso, pero estilo Gila.
Hoy hemos vuelto al centro, a Correos, dado que es el único buzón que hemos encontrado en esta megaurbe. Una guía que parecía un meteorito por su tamaño y la velocidad a la la que nos llevaba nos ha enseñado el convento de Santo Domingo, y nos decía que San Martín de Porres, el negro que podía estar en dos sitios a la vez debía darse de latigazos cada vez que veía a Santa Rosa de Lima, la primera santa nacida en América, pues tal era su belleza ;-)
Y tras una tarde en la brumosa y marinera punta del Callao con su playa de piedras y de ver los rascacielos que empiezan a desarrollarse por San Isidro, llegó el momento de la despedida.
Pero quiero dejaros con la imagen de un vídeo que no voy a colgar: los adorables William y Maru en el salón de su casa bailando chachachá para que aprendan Luiggi y la Regina. Y con todo el calor de su cariño desbordante.
Muchísimas gracias y ¡hasta pronto!
Friday, 11 November 2011
Niños, no hagáis esto en casa ;-)
Esta entrada va dedicada a los niños: Marcos, Marta, Diana... y la "pispis" ;-)
Porque lo tiene todo: animales y aventura por tierra, mar, ¡y aire!
Tras la triste despedida de Alonsito y el viaje nocturno en que descubrí que había perdido una de mis tarjetas (gracias de nuevo Anus por anularla ;-)) llegué a la mítica Nazca donde sus antiguos pobladores hicieron unas misteriosas líneas en la tierra, tan grandes que el dibujo sólo podía ser visto desde el aire. ¡Y ellos no podían volar! Así que, os preguntaréis, ¿por qué las hicieron? ¿Para que las vieran los OVNIs, sus dioses, sus chamanes cuando viajaban fuera de sus cuerpos??? Quizás eran lugares especiales para hacer ofrendas a los dioses pidiendo lluvias y fertilidad pues vivían en el desierto, y quizás hicieron hasta sacrificios humanos "voluntarios", pero no se sabe...
El caso es que ese misterio se merecía que para investigarlo un reportero de lolyplanet se subiera a una mini avioneta con capacidad para sólo cuatro pasajeros: un chino que no emitió ni un solo sonido, y una pareja de un maromo alemán enorme y una bellísima mujer de rasgos asiáticos, piel de terciopelo y perfecto español. El caso es que al subir a la avioneta obligaron a la pareja a separarse porque si no, desequilibraban la avioneta, así que a mi me tocó... con el maromo, y al bellezón de su novia con el chino mudo ;-)) Sin más preámbulos, os ofrezco las imágenes del despegue:
Tras este emocionante tío vivo de sentir tus tripas subir y bajar varias veces con las corrientes de aire, vinieron los giros de ala a derecha e izquierda para que ambos lados pudieran ver cada uno de los dibujos. En varias ocasiones intenté grabar vídeos en los que aparezco gritando como un energúmeno pero en que no se distinguen ninguna de las líneas y en los últimos ya aparezco con una bolsa de plástico en la mano, al igual que el maromo alemán, a punto de echar hasta la primera papilla ;-) El caso es que final y felizmente aterrizamos sanos y salvos tras haber visto las misteriosas líneas en aquella centrífuga voladora.
Finalizada la aventura, nada mejor que montarse de nuevo en un autobús por los polvorientos caminos de Perú rumbo a Paracas. Llegué por la tarde a encontrarme con el guía, mi tocayo César, al que convencí para visitar la reserva a toda prisa. Así que vimos atardecer, SOLOS, en aquel maravilloso desierto de fósiles prehistóricos, islas, acantilados y arenas rojizas, amarillas y blancas, mientras cambiaban los matices de color con el rojo del atardecer y con la luna llena brillando cada vez con más fuerza en aquel maravilloso paisaje lunar del desierto de Atacama...
Después de esa maravilla fue divertido cenar por el pueblo en una tasca en que veían la versión peruana de un partido del Atleti. Perú iba ganando a Argentina dos a uno y Argentina necesitaba ganar por más de dos para clasificarse. Pues bien, me parece que acabó ganando Argentina 6 a 3. A parte de las risas y las lamentaciones, se oía su versión del clásico "jugamos como nunca y perdemos como siempre". Relajado final para un día de emociones fuertes ;-)
Por la mañana tocaba ver las islas Ballesta. Se ve que ya me está invadiendo el optimismo aventurero de los viajes, porque aunque el día se presentaba ventoso y gris, a mi me parecía que bañaba de plata el resto de los colores. La plata elegante y serena del mar, la verdosa y rígida plata de las rocas (matizada por el óxido rojizo o anaranjado de las arenas del desierto) y la brumosa y grisácea plata celeste, servían de fondo al cuadro que dibujaban constantemente los cientos de pelícanos que pasaban del cielo a las aguas y de nuevo al aire con total tranquilidad. Nunca había visto tantas aves juntas, ¡incluso pingüinos! Y de repente, aparecieron estos simpáticos acompañantes:
Después de ver este espectáculo natural, de nuevo a la carretera para visitar las ruinas incas de Tambo colorado, que en su época debieron ser algo más o menos así:
Aventura, misterio, fauna, belleza natural, historia... para terminar sólo falta un ingrediente: ¡¡los padres de Luiggi!! Pero esa es otra historia y debe ser contada en otra ocasión ;-)
Buenas noches y ¡¡Un abrazo a todos!!
Tuesday, 8 November 2011
Arequipa: ¡Aquí quedaos!
"Arequipa la tierra de libres/ anidada en los pies de un volcán: vives libre y feliz cuando vives/ prefiriendo ser libre a tu pan". Alberto Guillén Paredes.
Tras despedirme de Cuzco me subí al piso de arriba del bus que me llevaría a la ciudad blanca, a ver a Alonsito. En el mismo trayecto comprendí que íbamos a un sitio especial: nos paró la policía y mezcló nuestros DNIs con los de otro autobús; en ese tiempo mi compañero me contaba que no sabía si tenía depresión porque su madre había muerto hace poco. Así que mientras la policía iba de un bus a otro con los DNIs yo le explicaba que todos tenemos un tonel de lágrimas para los seres queridos y que cuando se van, es normal que lloremos hasta vaciar ese tonel, porque los hemos querido mucho. Tras unos segundos mirándome fijamente, asomó una sonrisa, me dio las gracias y me dijo que creía que ya le quedaban pocas lágrimas en su tonel. La policía acabó de repartir los DNIs y nos dormimos felices mientras seguíamos rumbo a Arequipa ;-)
Al despertarme, allí estaba Alonsito con su papá y, esperándonos en su casa, su mamá con un desayuno digno de héroes. Yo les abandoné hasta el día siguiente para ir al cañón del Colca en busca de cóndores. Cuando ya creíamos que no veríamos ninguno, apareció uno de repente y se acercó tanto que pudimos ver su cuello rojizo. Casi parece que lo hizo para guiñarnos un ojo y decirnos "hoy no, pero el día indicado, cogeré tu alma y la llevaré al reino de arriba"... Y para celebrarlo, esa noche me sacó a bailar una moza del pueblo y... ¡me azotó en el suelo! Claro que después me pidió que me la echara al hombro y la sacase del local ;-)
Pero volvamos a la ciudad de los héroes. Parece ser que lo primero que dijeron a los españoles cuando llegaron (como a mi ahora) fue: "¡Aquí quedaos!". Y cómo no, se quedaron ;-) La ciudad nació a las faldas del mítico volcán Misti y está llena de tranquilas plazas con sus fuentes e iglesas de blanca piedra volcánica.
Con Eva Aillón cantando para nosotros "Estoy enamorada de mi país" o "mi gente está deseando de demostrar/ su cariño/ al extranjero y al amigo" el papá de Mónica (la novia de Alonsito) nos iba mostrando en su coche la verde campiña que rodea la ciudad y los primeros "mártires" de la guerra contra Chile. Pero en la ciudad cogíamos los famosos "combis", minibuses a los que te subes en marcha y vas como sardina en lata ;-) Comprobadlo vosotros mismos:
Como no encontrábamos a Vargas Llosa para actividades más elevadas, nos pasamos todo el día comiendo:
Y por todas partes Eva cantaba amores desgarrados en que la amada marca la frente del amado "con la sangre de sus venas", para que todo el mundo sepa que es su "propiedad privada" ;-) Tierra pues de héroes y grandes amantes, como decía Alberto Ballón:
"Vaga junto al fogón de la Ramada, el alma popular que fue señera, que si supo llorar junto a la amada, supo también morir en la trinchera".
Pero para grandes palabras, nadie mejor que Alonsito:
Y en la despedida, su madre (que me ha limpiado varias veces la ropa para que quede perfecta, siempre atenta con sus ojos chispeantes de inteligencia a que no me falte de nada) y su padre (siempre afable y sonriente) me dan las gracias... ¡¡ellos a mi!!
Me voy triste de la bella Arequipa, dando las gracias a Alonsito y compañía y, parafraseando la canción de Eva, yo también "estoy enamorado de SU país".
¡¡Muchas, muchas gracias y un abrazo a todos!!
Tras despedirme de Cuzco me subí al piso de arriba del bus que me llevaría a la ciudad blanca, a ver a Alonsito. En el mismo trayecto comprendí que íbamos a un sitio especial: nos paró la policía y mezcló nuestros DNIs con los de otro autobús; en ese tiempo mi compañero me contaba que no sabía si tenía depresión porque su madre había muerto hace poco. Así que mientras la policía iba de un bus a otro con los DNIs yo le explicaba que todos tenemos un tonel de lágrimas para los seres queridos y que cuando se van, es normal que lloremos hasta vaciar ese tonel, porque los hemos querido mucho. Tras unos segundos mirándome fijamente, asomó una sonrisa, me dio las gracias y me dijo que creía que ya le quedaban pocas lágrimas en su tonel. La policía acabó de repartir los DNIs y nos dormimos felices mientras seguíamos rumbo a Arequipa ;-)
Al despertarme, allí estaba Alonsito con su papá y, esperándonos en su casa, su mamá con un desayuno digno de héroes. Yo les abandoné hasta el día siguiente para ir al cañón del Colca en busca de cóndores. Cuando ya creíamos que no veríamos ninguno, apareció uno de repente y se acercó tanto que pudimos ver su cuello rojizo. Casi parece que lo hizo para guiñarnos un ojo y decirnos "hoy no, pero el día indicado, cogeré tu alma y la llevaré al reino de arriba"... Y para celebrarlo, esa noche me sacó a bailar una moza del pueblo y... ¡me azotó en el suelo! Claro que después me pidió que me la echara al hombro y la sacase del local ;-)
Pero volvamos a la ciudad de los héroes. Parece ser que lo primero que dijeron a los españoles cuando llegaron (como a mi ahora) fue: "¡Aquí quedaos!". Y cómo no, se quedaron ;-) La ciudad nació a las faldas del mítico volcán Misti y está llena de tranquilas plazas con sus fuentes e iglesas de blanca piedra volcánica.
Con Eva Aillón cantando para nosotros "Estoy enamorada de mi país" o "mi gente está deseando de demostrar/ su cariño/ al extranjero y al amigo" el papá de Mónica (la novia de Alonsito) nos iba mostrando en su coche la verde campiña que rodea la ciudad y los primeros "mártires" de la guerra contra Chile. Pero en la ciudad cogíamos los famosos "combis", minibuses a los que te subes en marcha y vas como sardina en lata ;-) Comprobadlo vosotros mismos:
Como no encontrábamos a Vargas Llosa para actividades más elevadas, nos pasamos todo el día comiendo:
Y por todas partes Eva cantaba amores desgarrados en que la amada marca la frente del amado "con la sangre de sus venas", para que todo el mundo sepa que es su "propiedad privada" ;-) Tierra pues de héroes y grandes amantes, como decía Alberto Ballón:
"Vaga junto al fogón de la Ramada, el alma popular que fue señera, que si supo llorar junto a la amada, supo también morir en la trinchera".
Pero para grandes palabras, nadie mejor que Alonsito:
Y en la despedida, su madre (que me ha limpiado varias veces la ropa para que quede perfecta, siempre atenta con sus ojos chispeantes de inteligencia a que no me falte de nada) y su padre (siempre afable y sonriente) me dan las gracias... ¡¡ellos a mi!!
Me voy triste de la bella Arequipa, dando las gracias a Alonsito y compañía y, parafraseando la canción de Eva, yo también "estoy enamorado de SU país".
¡¡Muchas, muchas gracias y un abrazo a todos!!
Monday, 7 November 2011
Friday, 4 November 2011
Despedida de Cuzco
Si no fuera porque mañana voy a ver a Alonsito, ahora estaría muy triste. Parece que el Sol o Inti hubiera bajado a la plaza de Armas para pasar conmigo mis últimos minutos en la mítica ciudad. Para todos vosotros.... Cuzco!!!
Machu Pichu y... ¡samba!
Después de un día "disfrutando" de los mercadillos seleccionados por el Tour del Valle sagrado con el que visité la ciudadela de Pisac y Ollantaytambo (la última fortaleza donde resistió el Inca Manco a los españoles antes de huir por la selva hasta Wilcabamba) cogí el tren a Aguas Calientes, el pueblo desde el que partiría andando a la mañana siguiente, antes del amanecer para llegar al mítico Machu Pichu!
Finalmente, en aquella esperada madrugada me despertó... el diluvio universal. Solo, a oscuras, con mi mochila, y un plástico que robé con las prisas en el hotel, me puse a chapotear hacia Machu Pichu. Poco a poco aparecieron unos suizos con linternas (gracias a Dios) y fuimos ascendiendo por los ziz-zagueantes escalones de piedra entre la selvática vegetación. Pero dejemos que nos lo cuente el intrépido reportero de lolyplanet:
Y tras escaleras, agua, selva, más escaleras, más agua, etc... por fin: Machu Pichu!!!
Y tras atravesar rápidamente, pero boquiabierto, la ciudad prohibida para comenzar el ascenso al Wayna Pichu, el paso está aparentemente cerrado por un trozo de madera. Mientras pienso unos instantes qué hacer, aparece como de la niebla una hermosa mujer de tez morena y rasgos suaves que sin pensarlo dos veces salta la madera y me invita a seguirla con acento brasileiro y una amplia sonrisa. De nuevo llegamos antes de que abran y me sacan fotos al volver a quitarme el chubasquero y la sudadera para intentar secarlos (la camiseta ya la había "sacrificado" a la entrada ;-).
No me creerías los tramos de escalada que tuvimos que hacer entre riadas de agua, serpentear entre grietas de la montaña para evitar pasos verticales o cómo la niebla juguetona a veces te dejaba ver por un instante luminoso la imponente ciudad de piedra y otras te impedía ver incluso lo que tenías delante. Pero al final, milagrosamente, llegamos a la cima:
A Vanessa y a mí, con esa sensación de omnipotencia que da hacer cima no se nos ocurrió otra cosa que desviarnos de la ruta principal para ver el Templo de la Luna. Para cuando volvimos, empapados, a la "civilización" ya se habían acabado nuestras visitas guiadas. Nos acoplamos a otra y, congelados pero contentos, fuimos recorriendo prácticamente a nado los andenes agrícolas, los templos del sol, de las tres ventanas, el observatorio solar en la cúspide o Intiwatana y bajando de nuevo por la zona "industrial", el templo del cóndor (que una vez al año se llevaba las almas de los muertos al reino de arriba), la escuela de las futuras concubinas del Inca y la gran explanada de las asambleas...
Extenuados, bebimos el mejor chocolate de máquina que he probado nunca, volvimos al pueblo, nos duchamos en mi hotel y cuando Vanessa cogió su tren de vuelta a Cuzco yo caí rendido y feliz en la cama de mi hotel hasta la mañana siguiente ;-)
Un abrazo a todos!!
Finalmente, en aquella esperada madrugada me despertó... el diluvio universal. Solo, a oscuras, con mi mochila, y un plástico que robé con las prisas en el hotel, me puse a chapotear hacia Machu Pichu. Poco a poco aparecieron unos suizos con linternas (gracias a Dios) y fuimos ascendiendo por los ziz-zagueantes escalones de piedra entre la selvática vegetación. Pero dejemos que nos lo cuente el intrépido reportero de lolyplanet:
Y tras escaleras, agua, selva, más escaleras, más agua, etc... por fin: Machu Pichu!!!
Y tras atravesar rápidamente, pero boquiabierto, la ciudad prohibida para comenzar el ascenso al Wayna Pichu, el paso está aparentemente cerrado por un trozo de madera. Mientras pienso unos instantes qué hacer, aparece como de la niebla una hermosa mujer de tez morena y rasgos suaves que sin pensarlo dos veces salta la madera y me invita a seguirla con acento brasileiro y una amplia sonrisa. De nuevo llegamos antes de que abran y me sacan fotos al volver a quitarme el chubasquero y la sudadera para intentar secarlos (la camiseta ya la había "sacrificado" a la entrada ;-).
No me creerías los tramos de escalada que tuvimos que hacer entre riadas de agua, serpentear entre grietas de la montaña para evitar pasos verticales o cómo la niebla juguetona a veces te dejaba ver por un instante luminoso la imponente ciudad de piedra y otras te impedía ver incluso lo que tenías delante. Pero al final, milagrosamente, llegamos a la cima:
A Vanessa y a mí, con esa sensación de omnipotencia que da hacer cima no se nos ocurrió otra cosa que desviarnos de la ruta principal para ver el Templo de la Luna. Para cuando volvimos, empapados, a la "civilización" ya se habían acabado nuestras visitas guiadas. Nos acoplamos a otra y, congelados pero contentos, fuimos recorriendo prácticamente a nado los andenes agrícolas, los templos del sol, de las tres ventanas, el observatorio solar en la cúspide o Intiwatana y bajando de nuevo por la zona "industrial", el templo del cóndor (que una vez al año se llevaba las almas de los muertos al reino de arriba), la escuela de las futuras concubinas del Inca y la gran explanada de las asambleas...
Extenuados, bebimos el mejor chocolate de máquina que he probado nunca, volvimos al pueblo, nos duchamos en mi hotel y cuando Vanessa cogió su tren de vuelta a Cuzco yo caí rendido y feliz en la cama de mi hotel hasta la mañana siguiente ;-)
Un abrazo a todos!!
Cuzco: El ombligo del mundo
"Mi corazón parece una escuela de samba". De momento, recordad esta frase ;-)
Después de que a una pareja de bomberos brasileños y a mi nos cambiaran del confortable autobús de Tour Perú que habíamos contratado, al destartalado de "Power", estaba claro que empezaba una nueva aventura: a mi lado se sentó la típica mujer andina cubierta con diez capas de mantas, rellenó el suelo con sacos que también estaban envueltos en mantas, colapsó con su cuerpo el poco espacio que dejaban los sacos y... se durmió. Vendedores ambulantes, demostraciones in situ de los beneficios del masaje con crema de coca, niños llorando, la radio a todo volumen y los brasileños diciendo que con dos bomberos y un médico a bordo podíamos estar tranquilos ;-). Tras trece horas de viaje llegamos a: "LOKI Cuzco", nuestro hostal, un enorme caserón colonial con un gato hierático dominando los tejados desde el amanecer y con una juerga descomunal absolutamente todas las noches, especialmente en... Hallowen!
La mañana siguiente bajé por fin la calle hacia el centro de Cuzco. Es una ciudad encantadora, turística pero viva, con la gente comprando los panes del día de todos los santos entre elegantes edificios coloniales. Enseguida llegué a la imponente plaza de Armas. Dominada en el centro por la dorada estatua del Inka, flanqueada por catedral e iglesias rojizas, balcones de madera y soportales, es una auténtica maravilla desde la que puedes contemplar el resto de la ciudad subiendo por las colinas que la rodean. Y además es el lugar donde puedes encontrar por ejemplo a un grupo de compañeros del hospital ;-)
En la catedral, antiguo palacio del Inka, la melodiosa voz de la audioguía me explicaba que todo era testimonio del "armonioso encuentro entre culturas": los espejos que para Occidente eran símbolo de vanidad, para los indígenas reflejaban la luz del sol y la imagen o "alma" del que los mira (igualito), la virgen de la Almudena alimentando con almudes de trigo al pueblo madrileño frente al asedio musulmán (principal preocupación del mundo andino), o la última cena en que los apóstoles disfrutan de un suculento cuy pero en la que judas es sospechosamente moreno (aunque no indio, se apresura a aclarar la audioguía, sino moro). El Cristo de los temblores, enegrecido por el humo de las velas que protegió la ciudad de uno de sus terremotos o las mujeres de generosos pechos (tal vez representando la Pachamama o "la madre iglesia" como apunta la audioguía) sujetando los brazos de los adormilados frailes en el coro, completan esta armoniosa simbiosis fijada desde la parte más antigua sobre la tumba del Inca Garcilaso por la primera cruz que atravesó las Américas en la piadosa mano de Valverde.
Y de la catedral, avanzando por los costados del recinto que antes albergara a las Vírgenes del Sol (ahora convento de Santa. Catalina) llegamos a lo que queda del legendario "Patio Dorado" o Qorikancha. El templo del Sol fue sustituido por una iglesia a Santo Domingo, pero quedan el de la Luna y las estrellas, y los muros inkas que quedaron al descubierto al resistir el terremoto que derrumbó los de la iglesia. Como homenaje a Pachacutec, entré en una chicharronería nada más salir.
Y después de una tarde de museos y danzas fui a tomarme un mojito en busca de la juerga local con un grupo de rock en directo. A parte de unas lesbianas, borrachos del lugar y guiris parecían sonreírme un par de bellas mujeres hasta que se percataron de que lo único que iba a poder hacer yo esa mágica noche cuzqueña era dormir, como así fue. Dulces sueños!!
Después de que a una pareja de bomberos brasileños y a mi nos cambiaran del confortable autobús de Tour Perú que habíamos contratado, al destartalado de "Power", estaba claro que empezaba una nueva aventura: a mi lado se sentó la típica mujer andina cubierta con diez capas de mantas, rellenó el suelo con sacos que también estaban envueltos en mantas, colapsó con su cuerpo el poco espacio que dejaban los sacos y... se durmió. Vendedores ambulantes, demostraciones in situ de los beneficios del masaje con crema de coca, niños llorando, la radio a todo volumen y los brasileños diciendo que con dos bomberos y un médico a bordo podíamos estar tranquilos ;-). Tras trece horas de viaje llegamos a: "LOKI Cuzco", nuestro hostal, un enorme caserón colonial con un gato hierático dominando los tejados desde el amanecer y con una juerga descomunal absolutamente todas las noches, especialmente en... Hallowen!
La mañana siguiente bajé por fin la calle hacia el centro de Cuzco. Es una ciudad encantadora, turística pero viva, con la gente comprando los panes del día de todos los santos entre elegantes edificios coloniales. Enseguida llegué a la imponente plaza de Armas. Dominada en el centro por la dorada estatua del Inka, flanqueada por catedral e iglesias rojizas, balcones de madera y soportales, es una auténtica maravilla desde la que puedes contemplar el resto de la ciudad subiendo por las colinas que la rodean. Y además es el lugar donde puedes encontrar por ejemplo a un grupo de compañeros del hospital ;-)
En la catedral, antiguo palacio del Inka, la melodiosa voz de la audioguía me explicaba que todo era testimonio del "armonioso encuentro entre culturas": los espejos que para Occidente eran símbolo de vanidad, para los indígenas reflejaban la luz del sol y la imagen o "alma" del que los mira (igualito), la virgen de la Almudena alimentando con almudes de trigo al pueblo madrileño frente al asedio musulmán (principal preocupación del mundo andino), o la última cena en que los apóstoles disfrutan de un suculento cuy pero en la que judas es sospechosamente moreno (aunque no indio, se apresura a aclarar la audioguía, sino moro). El Cristo de los temblores, enegrecido por el humo de las velas que protegió la ciudad de uno de sus terremotos o las mujeres de generosos pechos (tal vez representando la Pachamama o "la madre iglesia" como apunta la audioguía) sujetando los brazos de los adormilados frailes en el coro, completan esta armoniosa simbiosis fijada desde la parte más antigua sobre la tumba del Inca Garcilaso por la primera cruz que atravesó las Américas en la piadosa mano de Valverde.
Y de la catedral, avanzando por los costados del recinto que antes albergara a las Vírgenes del Sol (ahora convento de Santa. Catalina) llegamos a lo que queda del legendario "Patio Dorado" o Qorikancha. El templo del Sol fue sustituido por una iglesia a Santo Domingo, pero quedan el de la Luna y las estrellas, y los muros inkas que quedaron al descubierto al resistir el terremoto que derrumbó los de la iglesia. Como homenaje a Pachacutec, entré en una chicharronería nada más salir.
Y después de una tarde de museos y danzas fui a tomarme un mojito en busca de la juerga local con un grupo de rock en directo. A parte de unas lesbianas, borrachos del lugar y guiris parecían sonreírme un par de bellas mujeres hasta que se percataron de que lo único que iba a poder hacer yo esa mágica noche cuzqueña era dormir, como así fue. Dulces sueños!!
Tuesday, 1 November 2011
Mujeres mal de altura y mate de coca
Olga, rusa, de pelo negro, mirada esteparia y... la única despierta en el hostal a mi llegada a parte del de recepción. También la única que me ve a las siete y media de la mañana con mi toallita a la cintura volviendo de la ducha y me explica que no hay que cerrar del todo la puerta al salir de la habitación porque se bloquea ;-)
La Paz está en un socavón entre montañas y mi primera impresión me recuerda un poco a la India con todo el mundo pitando y los minibuses repitiendo sus direcciones sin piedad. Pero aquí no hay vacas, las calles están asfaltadas y muchas mujeres llevan su bombín a la cabeza, faldas coloridas y el niño a la espalda. Todo esto con una constante sensación de leve pesadez en la cabeza que se aumenta al subir una cuesta y que parece mal de altura. Según la Lonely tengo que andar despacito, beber poquito y... dormir solito. Adivinad cuál he cumplido a rajatabla ;-) Y para ayudar un poco de mate de coca.
Daniela, boliviana, con una dulce pronunciación de las erres posiblemente por estudios en gringolandia. Me la encuentro en el museo de etnografía y folclore y se ofrece a explicármelo gratis. No hay nadie más en todo el museo y las luces se apagan si pasamos mucho tiempo sin avanzar. Me explica el vacío, el espacio no bordado en las telas que llaman pampa, los animales que tuvieron que cambiar a la llegada de los españoles por los suyos para evitar la "idolatría". Y lo mejor, la sala de máscaras. Me explica los bailes de los negros con la matraca imitando las cadenas. Los diablos queridos por los mineros que saltan sobre brasas imaginarias y acuden a adorar a la virgen. Máscaras de guerreros amazónicos llenos de heridas. Españoles rubios de larga nariz y luengas barbas, luchando ridículamente con sus espadas.
Una máscara gigantesca de sacrificio a la Pachamama (diosa de la Tierra, diosa madre) que la llevaban los condenados o los fuertes y virtuosos. Ambos tenían muchas posibilidades de morir en la larga danza... (a los virtuosos se les ofrecía antes los placeres gastronómicos y las vírgenes que desearan ;-)
Y de nuevo se apagó la luz, pero esta vez no se encendía y seguíamos completamente a oscuras...
Marion, francesa, de ojos azules y con la mochila a las espaldas desde hace más de un año... y con su novio Julien ;-) Cruzamos juntos el Titicaca desde Copacabana para llegar al norte de la isla del Sol, donde los Incas situaban el nacimiento del sol, de su Dios Viracocha y de Manco Cápac, al que manda buscar el "ombligo del mundo"-Cuzco, iniciando el linaje de los incas.
Como os podéis imaginar nos querían dejar en el sur y al final, más absurdo todavía, nos dejaron en mitad de la isla. Ni un solo turista. Así que cogí el mochilón de Marion, mi mochilita y mi mal de altura y pusimos rumbo al norte. Al final un pescador se apiadó de nosotros y nos llevó en su barca. Gonazalo salía a mediodía al lago con otros diez pescadores y pasaban la noche con las redes extendidas para volver al día siguiente. Mientras me salpicaba el mar en la proa de su barquita y nos mecían las olas al atardecer nos contaba la localización exacta de la ciudad perdida sumergida en el Titicaca y del magnífico tesoro-rescate que arrojaron furiosos al enterarse de la muerte de Atahualpa, secuestrado Pizarro.
Ya en el Norte, en una casa en construcción de su amigo Freddy estuvimos mascando coca con estrictos fines terapéuticos (y escaso efecto en general). Freddy nos contó que todos los niños "tenían" que jugar con las cometas para que los espíritus pudieran bajar a la tierra el día de todos los santos. Después de cenar y de demostrar a Leonardo, el niño del restaurante que tenía cosquillas por todo el cuerpo. Estuvimos separando la mescalina del cactus "San Pedro" usado por los chamanes andinos. Desgraciadamente no lo llegué a probar, así que no os puedo hablar de sus efectos alucinógenos. En vez de eso, desafié nuevamente el mal de altura al subir antes del amanecer para ver el "nacimiento del sol" en el lugar señalado por los Incas. Las nubes se aliaron con el mal de altura, pero no lograron evitar que me ofreciera tumbándome cómodamente en la mesa sacrificial para obtener los favores de Viracocha que me miraba entre sorprendido y divertido, desde la roca sagrada ;-)
De Copacabana, diez horas "teóricas" en bus rumbo a Cuzco, donde me encuentro. Pero eso es otra historia y debe ser contada en otra ocasión ;-).
Espero vuestros comentarios!!!
La Paz está en un socavón entre montañas y mi primera impresión me recuerda un poco a la India con todo el mundo pitando y los minibuses repitiendo sus direcciones sin piedad. Pero aquí no hay vacas, las calles están asfaltadas y muchas mujeres llevan su bombín a la cabeza, faldas coloridas y el niño a la espalda. Todo esto con una constante sensación de leve pesadez en la cabeza que se aumenta al subir una cuesta y que parece mal de altura. Según la Lonely tengo que andar despacito, beber poquito y... dormir solito. Adivinad cuál he cumplido a rajatabla ;-) Y para ayudar un poco de mate de coca.
Daniela, boliviana, con una dulce pronunciación de las erres posiblemente por estudios en gringolandia. Me la encuentro en el museo de etnografía y folclore y se ofrece a explicármelo gratis. No hay nadie más en todo el museo y las luces se apagan si pasamos mucho tiempo sin avanzar. Me explica el vacío, el espacio no bordado en las telas que llaman pampa, los animales que tuvieron que cambiar a la llegada de los españoles por los suyos para evitar la "idolatría". Y lo mejor, la sala de máscaras. Me explica los bailes de los negros con la matraca imitando las cadenas. Los diablos queridos por los mineros que saltan sobre brasas imaginarias y acuden a adorar a la virgen. Máscaras de guerreros amazónicos llenos de heridas. Españoles rubios de larga nariz y luengas barbas, luchando ridículamente con sus espadas.
Una máscara gigantesca de sacrificio a la Pachamama (diosa de la Tierra, diosa madre) que la llevaban los condenados o los fuertes y virtuosos. Ambos tenían muchas posibilidades de morir en la larga danza... (a los virtuosos se les ofrecía antes los placeres gastronómicos y las vírgenes que desearan ;-)
Y de nuevo se apagó la luz, pero esta vez no se encendía y seguíamos completamente a oscuras...
Marion, francesa, de ojos azules y con la mochila a las espaldas desde hace más de un año... y con su novio Julien ;-) Cruzamos juntos el Titicaca desde Copacabana para llegar al norte de la isla del Sol, donde los Incas situaban el nacimiento del sol, de su Dios Viracocha y de Manco Cápac, al que manda buscar el "ombligo del mundo"-Cuzco, iniciando el linaje de los incas.
Como os podéis imaginar nos querían dejar en el sur y al final, más absurdo todavía, nos dejaron en mitad de la isla. Ni un solo turista. Así que cogí el mochilón de Marion, mi mochilita y mi mal de altura y pusimos rumbo al norte. Al final un pescador se apiadó de nosotros y nos llevó en su barca. Gonazalo salía a mediodía al lago con otros diez pescadores y pasaban la noche con las redes extendidas para volver al día siguiente. Mientras me salpicaba el mar en la proa de su barquita y nos mecían las olas al atardecer nos contaba la localización exacta de la ciudad perdida sumergida en el Titicaca y del magnífico tesoro-rescate que arrojaron furiosos al enterarse de la muerte de Atahualpa, secuestrado Pizarro.
Ya en el Norte, en una casa en construcción de su amigo Freddy estuvimos mascando coca con estrictos fines terapéuticos (y escaso efecto en general). Freddy nos contó que todos los niños "tenían" que jugar con las cometas para que los espíritus pudieran bajar a la tierra el día de todos los santos. Después de cenar y de demostrar a Leonardo, el niño del restaurante que tenía cosquillas por todo el cuerpo. Estuvimos separando la mescalina del cactus "San Pedro" usado por los chamanes andinos. Desgraciadamente no lo llegué a probar, así que no os puedo hablar de sus efectos alucinógenos. En vez de eso, desafié nuevamente el mal de altura al subir antes del amanecer para ver el "nacimiento del sol" en el lugar señalado por los Incas. Las nubes se aliaron con el mal de altura, pero no lograron evitar que me ofreciera tumbándome cómodamente en la mesa sacrificial para obtener los favores de Viracocha que me miraba entre sorprendido y divertido, desde la roca sagrada ;-)
De Copacabana, diez horas "teóricas" en bus rumbo a Cuzco, donde me encuentro. Pero eso es otra historia y debe ser contada en otra ocasión ;-).
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