Saturday, 13 September 2025

Ballarat, la fiebre del oro de las antípodas

Vamos en el coche de la madre de Sam, atravesando una campiña verde salpicada de eucaliptos camino a Ballarat, cuando de repente veo algo y pregunto:

-¿Eso es un tronco o...?
-Un canguro muerto, lo siento - me responde Sam apenada de que el primer canguro que vea sea uno de los muchos atropellados en Australia. Aparentemente la superpoblación de canguros es un problema dado que su principal depredador, el dingo (una especie de perro de tonalidad amarilla que veríamos más tarde en el zoo) esté en peligro de extinción.


Ya más despiertos, llegamos a la casa de la madre de Sam y empiezan los reencuentros familiares. Al día siguiente nos prestan un coche y salimos a descubrir Ballarat.

Lo primero que me llama la atención son estos dos edificios, uno al lado del otro:


Éste me lo esperaba porque, como decíamos en la entrada anterior, Ballarat (que por cierto significa en lengua aborigen lugar de descanso o lugar donde "reposar el codo") fue uno de los lugares donde empezó la fiebre del oro en la década de 1850.

Pero el Hall de los "viejos colonizadores" alzándose orgulloso en la calle más céntrica, me pilló más de sorpresa. Pero me quedó mucho más clara la idea cuando, en frente del ayuntamiento, vimos un monumento a los "victorianos caídos en defensa del imperio".

En general Ballarat es una pequeña ciudad con encanto, pero lo más interesante es la recreación del antiguo pueblo minero de Sovereing Hill. Nos lo explica Sam en inglés (podéis poner los subtítulos automáticos creo):

https://youtu.be/UN0PT4NYRyc?si=7B3Fw_4NeWc_Hzh0

Por si acaso no os ha quedado claro, vamos al grano (de oro) en la orilla del río, donde se buscaba inicialmente antes de empezar a cavar las minas:

https://youtu.be/ObYDqrDo40I?si=rYadb1TMj7lOu3Mt

De las minas que llegaban hastalos 100 metros de profundidad, creo que bajamos sólo unos 20, pero ya impresionaba. Os dejo sólo la evolución de la técnica para excavar los túneles:

El problema es que a la perforadora mecánica la llamaban la creadora de viudas por las partículas que inhalaban los que las operaban, además de la sordera producida por el ruido.

Fueron muy divertidas las representaciones de la policía y del herrero pero por irnos de Sovereing Hill con una sorpresa final, así luciríanos nosotros a finales del siglo XIX :-)

Pero no todo lo que reluce en Ballarat es oro. También brilla en el recuerdo de los australianos una bandera llamada Eureka. Sam me pilla in fraganti intentando organizar las banderas:

https://youtu.be/H4bSRaGKHAw?si=sKX8AyBpfpcdiU7X 

La batalla de los trabajadores mineros el 3 de diciembre de 1854 debió de ser épica porque todavía perdura en la memoria de los australianos, aunque parece que ha querido ser capitalizada incluso por movimientos de extrema derecha.

Por descansar un poco de tanta historia nos vamos al Zoo a aprender, entre otras cosas que al encantador demonio de Tazmania lo llamaron así los colonizadores por los sonidos escalofriantes que escuchaban por la noche y que achacaban a malvados demonios que venían a atormentarlos.

Además acariciamos a un Koala con el permiso de los cuidadores y vimos muchos animales más


Pero lo más importante es que por fin conseguimos ver (y dar de comer) a una mamá canguro mientras su bebé asomaba de la bolsa (marsupial) y pastaba un poco de hierba tan tranquilo mientras tanto.

Ahora ya podemos decir que estamos en Australia:-)

Y la siguiente parada es... ¡La gran barrera de coral! 

3 comments:

Hamlet said...

Cuántas cosas en tan poco tiempo!!

Anonymous said...

El nivel de tus camarógrafos/narradores ha subido exponencialmente 🙌🏼. Qué angustia pensar que tiran oro y quizá nadie lo encuentre ente tanta gravilla 🤣, adónde irá a parar. Y qué envidia acariciar un koala 🥹.

Anonymous said...

Fdo.: Diego 😅