Wednesday 11 December 2013

El hombre que se enamoró de la voz de las montañas de Camerún

No sé qué escuchó ni qué dijo Monsieur Muriel entre

- Disculpe, le llamo de Suiza, tienen una habitación disponible para el día...
Y
- Espero que no le moleste, pero me encantaría llamar otra vez mañana para volver a tener el placer de hablar con usted

Sólo sé que se enamoró de aquella voz que venía de las montañas de Camerún. En sucesivas llamadas la voz se cubrió de historia, la muerte de su primer marido -un médico ruandés- cuando los hijos aún eran muy pequeños, y de la fuerza de esa mujer capaz de alimentar y educar ella sola a su familia.

Tanto llamó que cuando la vio por primera vez en Yaundé fue "como si la conociera de toda la vida" así que al poco tiempo empaquetó sus cosas, se "escapó" de Suiza sin decir nada a su familia (para evitar comentarios racistas, creo) y se casó con aquella voz, con aquel canto de sirena que, cual desprevenido Ulises, le atrapó desde el primer momento ;-)

Os apetece pasearos por su casa? Pues venid que además me acabo de leer el poema de Abioseh Nicol (Sierra Leona), El significado de África ;-)



En este entorno maravilloso no pude cabrearme mucho cuando me denegaron el visado de Guinea Ecuatorial, así que partí rumbo a otras montañas, las de los pueblos tradicionales del Noroeste. Dado el retraso del bus cambié el orden que tenía pensado y empecé por Baffousam. Cuando fui a ver el palacio, uno más de los muchos reinos Bamileké, casi me quedo sin aliento



Pero la mayor sorpresa estaba todavía por llegar, porque en el pueblo de al lado, Bandjoun, celebraban la clausura de su gran festival bianual. Como colofón dirigía la danza tradicional el propio rey portando el gigantesco y pesado gorro de plumas que simboliza la unidad de su reino. Y entre el enfervorizado público se encontraban nada menos que grandes reyes de África Occidental como el de Ghana cubierto de oro, Togo o Benín con su llamativa corona...


Después de esto para no bajar el nivel sólo podía ir a la capital del gran reino Bamoun, a Foumban, y entrar en el palacio del fascinante sultán Ibrahim Njoya, de una cultura legendaria, que inventó un alfabeto para su pueblo y que fue muy hábil negociando con los colonos. Digno sucesor del rey gigante que venció dos batallas al mismo tiempo, instaurando así la serpiente de dos cabezas al emblema del reino.

Increíblemente, las montañas todavía ocultaban otras sorpresas. Y no me refiero a la ducha con agua caliente en Bamenda, que también ;-) De momento echad un vistazo al primero de los palacios que nos encontramos e  el recorrido circular por la famosa Ring Road, el palacio del fon de Babungo!


Seguimos, pegando botes como uno más de los CUATRO pasajeros de la parte delantera del taxi, hasta llegar a Kumbo y tras dejar la mochila en un hotel nos encaminamos al palacio. "Otro" palacio, pensaréis como hice yo. Pues sí, pero en éste estaba reunida la asamblea de notables degustando un dulcísimo vino de palma al que me invitaron. Tuve que presentarme, de pie frente a ellos con el trono vacío a un lado -hacia el que hay que dar una especie de palmada en señal de respeto aunque no esté el fon-. Parece que les gustaron mis tres frases mezclando la preservación de las tradiciones con el vino de palma y con el mundial de futbol jeje

Ahora ya sí que nos iremos a descansar, verdad? Pues no. Todavía nos queda lo más impresionante!!! Como había oído unos gritos, me explicaron que estaban celebrando los ritos funerarios porque había muerto hace una semana un miembro de una de las dos sociedades secretas -que regulan el funcionamiento de la tribu junto con el rey que es el único que puede entrar en las dos.

Así que me quedo en un "bar" con unos ancianos del pueblo que me dicen que espere que va a venir el "Gran Juju". Cuando empezamos a ver niños corriendo y gritando nos acercamos a la hacienda de la viuda del difunto que es donde se apelotona todo el mundo. La gente habla del Juju medio en broma medio en serio como si fuera una bestia salvaje. Y efectivamente los primeros que vemos aparecer son sus "cazadores" o "guardianes" con cuerdas y lanzando un chorro por la boca para "llamarlo". Y la gente a mi alrededor empieza a correr...



Me explican que si se acerca a mi no debo escapar -como con los perros salvajes- sino sentarme en el suelo sin mirarle a los ojos. Pero cuando me ve, quizá por la cámara, se enfurece y empieza a lanzarme objetos. Se produce tal estampida a mi alrededor que pierdo el equilibrio e incluso las gafas. Y en la confusión me he quedado solo, completamente a merced del Gran Juju...


Por suerte, tras lanzarme tierra y algunos objetos, cuando empieza a dar saltos amenazadores hacia mi los guardianes lo llaman asperjiendo su líquido y me "camuflan" con hojas y cuero. Y el Gran Juju enseguida encuentra una nueva presa...

Acojonante. Esto es vivir la cultura africana y lo demás son chorradas, o no? ;-)

Claro que al día siguiente ni el paisaje espectacular, ni los pintoresos pueblecitos, ni el camino de cabras de Misaje a Wum en moto pegando botes con mi mochila y otro pasajero podían impresionarme demasiado. Pero si el mas antiguo palacio de Africa Occidental, el del fon de Bafut, sobre todo si la visita guiada te la hace a ti solo su propio hijo!!

Para terminar mi recorrido por Camerún y que veáis que no todo son montañas, me fui a la remota playa de Ebodjé, un pueblecito del sur, para intentar ver poner sus huevos por la noche a las grandes tortugas marinas. No lo conseguí pero mereció la pena pasear solo de noche por esa playa infinita seguido por las estrellas después de contemplar

El Sol
a punto de caer en el Océano
como la palmera a mis pies

La Tierra a punto de alzarse
mostrando también sus últimas 
raíces

Y yo buscando en Ebodjé
el futuro enterrado
por los Ancestros...


Después de esta entrada espero que podáis entender mejor a Monsieur Muriel y enamoraros quizá -vosotros también- de la Voz de las montañas de Camerún ;-)


5 comments:

Cristen said...

Cesi, por favor, en tu próximo viaje que te patrocine Alain Afflelou. Qué bien mantienes la intriga sobre tus gafas en cada entrada del blog. Un abrazote de esos en los que choca la barriga. Tenemos ganas de verte. Doce meses, doce gafas.

Anonymous said...

Deseo ardientemente que vivas con la misma intensidad la cultura española,pronto te podre dar un abrazo.¡¡ no sabes las ganas que tengo!!

Mara G. de Ozaeta said...

http://youtu.be/i_TNCDiGHJ4

Quería compartir esta canción para tus momentos tranquilos. Tu experiencia, unida a esta preciosa sintonía, tiene los colores de un precioso documental. Gracias César!!! Un abrazo!!!

Mara G. de Ozaeta said...

Se me ha olvidado decirte que son un grupo africano de pop y folk llamados Group Lewlewal. La canción se titula "Ligeey". Te pido a cambio su traducción en castellano

Suerte! :D

Anus said...

Te cuento una anécdota, esta entrada la he visto con Didi saltando encima de mi, y se ha pasado todo el primer vídeo diciendo, tío, tío, tío...no me oye...ha sido gracioso.
Luego en los otros sobre todo en el del baile con el rey decía...no me gusta,y en el siguiente...este tampoco me gusta.
Vamos que está claro que a ella lo que le gusta es ver a su tío, y si ya le contesta....sería la caña, je,je.
Pero vamos que ya si que no nos queda NA DE NA!!!!