En esta entrado vamos a ir hacia el sur de Georgia, casi hasta la frontera con Turquía (antiguo imperio Otomano) en busca de la bellísima reina Tamar, la biznieta de nuestro viejo conocido David el constructor. Con ella culmina -según dicen- la edad de oro de la historia de Georgia iniciada por su bisabuelo. En 1213, el año de su muerte, su imperio se extendía por gran parte de lo que hoy es Armenia, Azerbaiyán más un trocito de la Turquía y Rusia actuales. Casi nada :-)
Claro que para contemplar Vardzia, un magnífico monasterio tallado en la roca y en cuyos frescos está representada la propia reina -esperemos- en toda su legendaria belleza, primero tenemos que aprender a pronunciar y luego conseguir llegar sanos y salvos en Maschrutka hasta Akhaltshikhe.
Cuando lo conseguimos, resulta que también tiene un castillo totalmente reconstruido al que iremos por la noche, pero yo os lo enseño ya para ir abriendo boca :-)
El caso es que soltamos las cosas en una habitación de hostal con una flamenca en la pared (¡olé!) y salimos corriendo hacia Vardzia. Pero de camino encontramos otro castillo -Khertvisi-que se supone que sólobpudo conquistar.... ¡Alejandro Magno!
Pero no podemos detenernos mucho porque nuestro verdadero objetivo -la bella Tamar- nos espera más al sur. Cuando vemos desde la distancia la montaña tallada de Vardzia es tan espectacular que pedimos al taxi que pare para sacar una foto. Somos turistas, al fin y al cabo :-)
Y ya por fin, después de esta parada técnica, ascendemos por la montaña y vamos pasando cuevas -que son celdas de monjes- y llegar túneles hastacomo éste:
Lo que sea para llegar a la iglesia donde están los famosos frescos de la bella reina Tamar.
No me dejan grabar dentro, pero al menos os la enseño desde la puerta para que podáis contemplar con vuestros propios ojos de mortales afortunados esa piel clara, ese talle esbelto, esos ojos casi asiáticos y tan enigmáticos y curiosos que parecen haber esperado 800 años para seguir mirándonos ...
Claro que para contemplar Vardzia, un magnífico monasterio tallado en la roca y en cuyos frescos está representada la propia reina -esperemos- en toda su legendaria belleza, primero tenemos que aprender a pronunciar y luego conseguir llegar sanos y salvos en Maschrutka hasta Akhaltshikhe.
Cuando lo conseguimos, resulta que también tiene un castillo totalmente reconstruido al que iremos por la noche, pero yo os lo enseño ya para ir abriendo boca :-)
El caso es que soltamos las cosas en una habitación de hostal con una flamenca en la pared (¡olé!) y salimos corriendo hacia Vardzia. Pero de camino encontramos otro castillo -Khertvisi-que se supone que sólobpudo conquistar.... ¡Alejandro Magno!
Pero no podemos detenernos mucho porque nuestro verdadero objetivo -la bella Tamar- nos espera más al sur. Cuando vemos desde la distancia la montaña tallada de Vardzia es tan espectacular que pedimos al taxi que pare para sacar una foto. Somos turistas, al fin y al cabo :-)
Y ya por fin, después de esta parada técnica, ascendemos por la montaña y vamos pasando cuevas -que son celdas de monjes- y llegar túneles hastacomo éste:
Lo que sea para llegar a la iglesia donde están los famosos frescos de la bella reina Tamar.
No me dejan grabar dentro, pero al menos os la enseño desde la puerta para que podáis contemplar con vuestros propios ojos de mortales afortunados esa piel clara, ese talle esbelto, esos ojos casi asiáticos y tan enigmáticos y curiosos que parecen haber esperado 800 años para seguir mirándonos ...
Dulces sueños :-)
1 comment:
Precioso, precioso, precioso!!!
Ni idea de estos lugares, paisajes, historia.
El monasterio es increíble.
Ganas de viajar x esos lugares.
Y como comentarista eres un crack César.
Mil gracias
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