PARIS II

Volvemos al ataque. Todo París huele a pis, pero el metro también tiene mucho que contar. De nuestra carta al alcalde os extraemos algunos puntos:

+Si pones raíles, no les pongas neumáticos a los trenes,joder!!

+Existen las escaleras mecánicas, de verdad, nosotros las hemos visto

+Un transbordo no debe superar el trayecto a realizar

+El mapa de metro le recuerda a Jorge "el problema del viajante", una rayada matemática que NO SABE el usuario común

+Y por favor no cambie los colores de los cartelitos que no somos daltónicos y nos hacemos la picha un lío

En general los franceses están muy sobrevalorados. Echan gargajos en la calle, los bohemios son borrachillos como en espagna, y eso del intelectual, interesante, pensativo... son unos autistas del carajo!! Jorge vio el otro día un nigno jugando solo en un parque; Y volviendo a la uni de Jorge, cuelgan el papel higiénico con un cordel a la tubería/ los finolis estos.

Volviendo a la historia, yo C os voy a comentar los pisos que he visto:

+Por 450 E al mes... EL HUECO DE UNA ESCALERA

Sí, sí, como lo oís, en el hueco que dejaba la escalera habían metido una escalera en cugna y una ducha que digo yo que el agua caería en la bagnera. A la derecha un fogón, sólo uno (quizá apoyado en una mininevera, pero creo que era una simple madera). No os falta nada? Efectivamente, para mear te tenías que salir al patio. Y las maletas? pues es o ellas o tu porque por volumen no cabéis los dos. Pues esta joyita por sólo 450 eurazos al mes.

+Los checos: este piso se lo dedico a Anselmo. Se trataba de vivir en un espacio-habitación en cuya pared habían clavado horizontalmente una madera sobre la que colocaban una cama y del techo colgaba una cortina para preservar la intimidad ... de ENCIMA DE LA MADERA.

Debajo de la madera había otra cama, un armarito, una mesita y una sillita. Este espacio comunicaba sin puerta con otro espacio en que había dos fogones y allí donde tu mano buscaría el frigorífico se abría una inesperada... DUCHA. Y sí, lo habéis adivinado, a mear al patio.

¿Por qué se lo dedico a Anselmo? Pues porque los DOS checos dormían en la cama de arriba y yo dormiría en la de abajo... aguantando la tormenta. Este por lo menos valía sólo 270 Euros al mes y estuve a punto de cogerlo para Octubre (imaginaros mi desesperación), PERO el problema es que sólo me podía ir si encontraba alguien que ocupase mi puesto y eso superaba mi poder de convicción.

+Vieja Loca: esta mujer estaba a punto de decirme por teléfono que no fuese cuando la interrumpí diciendo que era estudiante de medicina y... funcionó!! me dijo que fuera a verla. El camino hacia su casa me recordó la idea antigua de que llega un momento que el mundo se acaba y que si das un paso mas caes al vacío sideral. Es decir que estaba a tomar por culo. Y de repente te encontrabas en una calle con casitas como sacadas de un pueblo viejísimo, pero con sus plantitas y en la mas vieja de aquellas casas vivia la mas vieja de las segnoras.

Llamé a la puerta y me dijo que por ahí no se podía entrar??????

Entré por una especie de patio con sus piedrecitas sus tiestos medio rotos y algún que otro objeto misterioso. Este espacio estaba rodeado por unos hexaedros de piedra y madera en equilibrio inestable que a partir de ahora llamaré "habitaciones". La de enfrente era la MÍA. Pues bien, estaba ocupada todavía por un ser aparentemente joven pero muy delgado que tal vez fuera un duendecillo. En su cubil, POR EL SUELO y en absoluto desorden había: maderas, un ordenador portátil, un modem?????, cables, un sillón roto (la cama??) papeles, ropa y otros objetos. En el mismo cubil había una ducha inaccesible y una mesa con fogones y un lavabo? pero DESBORDADO por una montagnita de platos, cubiertos, restos de comida, trapos, ropa...

Luego pasé a la habitación de la segnora: moqueta, perra, gata, sillón viejo, pequegno sofá, papeles por la mesilla y por el suelo, cocina y unas escaleras que subían a lo desconocido.

Que especialidad quieres hacer?-preguntó- Psiquiatría-respondí.

El brillo en sus ojillos hundidos estuvo a punto de arrancarme una carcajada histérica.

Tú me interesas mucho,me dijo.

Mientras la perra se acercaba a mi pisando los papeles y esparciéndolos por el suelo. ¿Puedo tocarla? No, tiene la costumbre de morder la mano de los que lo intentan, a no ser que te lama ella primero. Me lamió, la acaricié, se me subió encima y luego volvió a desperdigar los papeles a la orden de su ama.

Le dije que igual me quedaba sólo un mes o dos (por decir algo y porque nunca decíamos que no a nada) y ella empezó a hacer cábalas y razonamientos extragnos y me ofreció quedarme en una de las otras habitaciones usando esa cama, la ducha de otra y a mear ya se vería. Yo decliné amablemente su oferta mientras intentaba salir de esa casa, cuando la perra le muerde a la gata en el cuello y empieza a bufar como una loca. Conseguí salir con la promesa de que me llamaría el viernes cuando la pócima de sus pensamientos alcanzase una resolución definitiva...

CONTINUARÁ....