Me dejaron organizar a mí las visitas (porque me encanta y me había leído la guía), En el segundo día nos tocaba ver las tres cosas más importantes para asegurarnos que no nos las perdíamos:
El Palacio de Topkapi al que llegamos corriendo porque nos habíamos dormido un poco tras la noche anterior. Por cierto que en nuestro hotel sólo estaban 2 chicas: la guapa y la interesante, que nos despertaron cuando salían. El resto de la gente llegó todavía más tarde, porque como cada uno estaba en un hotel,... Yo compré las entradas de los que faltaban con mi tarjeta que para eso era el guía y como tal decidí entrar primero en el harem (ya daré detalles en directo); luego vimos cómo funcionaba su burocracia y por supuesto sus jardines con unas vistas de la leche (esperad a las fotos).
Comida rápida y a ver la Mezquita Azul y Santa Sofía que están una enfrente de la otra como dos esfinges que se miraran por toda la eternidad. Y después de la poesía, irremediablemente la anécdota: me dejé en Santa Sofía la guía que había cogido en la biblioteca, así que la he tenido que pagar a la vuelta ¡Qué se le va a hacer! Por cierto que a X también lo perdí allí, con unos turcos. Y por supuesto NO, no volví a buscar la guía ni ese ni los otros días; ¡para esas chorradas estaba yo!
Y después al mercado de las especias en que te invitaban a té para que compraras té y por supuesto tras la degustación nos fuimos tranquilamente como buenos Homi Johnnicus. Al hotel y a cenar superpicante con las chicas y con Gonzalo aunque yo estaba escocido y jodido por no saber nada de X. Un inciso, aparte de las chicas y nosotros estaba un matrimonio y un hermano de cada uno; y Gonzalo era el hermano del marido (es el mismo con el que me pillé el pedo a Raki). Después fuimos a fumar en cachimba y cuando por fin apareció X les pregunté a unos de una terraza con enredaderas que nos saludaron si podíamos subir (porque estaba casi todo chapado a la una y pico) nos abrieron y estuvimos tomando unas cervecitas con tan buena suerte que pudimos ver una discusión entre la pasma y unos taxistas. Después X y yo dejamos a las chicas en el hotel y nos fuimos por ahí ¡¡¡ a las 2 y pico!!!
Cogimos un taxi y nos pusimos a buscar una discoteca; Se subió un amigo del taxista que nos dijo que era "medio gay como casi todos los turcos" y tras salir del primer puticlub (que ya os dije que debía ser su costumbre) visitamos algunas discotecas gays en las que en teoría había que pagar y por fin acabamos en la suya que estaba llena de maromos empastillados (Zombies) y... ya sigo otro día que me están echando de la biblio.
No comments:
Post a Comment