Cuando, tras un giro en la carretera vimos por primera vez los tulous de Tianluokeng, nos quedamos maravillados. Si creeis que exagero, juzgad por vosotros mismos.
Es bonito escribir esta entrada ya en Burgos, en casa de mi madre. Como si ella fuera ese tulou cuadrado del centro, la fortaleza originaria. Y al crecer la familia, mis hermanas y yo hubiéramos construido cada uno un tulou circular a su alrededor... Con esa imagen en mente, os invito a entrar en el cuarto tulou, en el que es un poco ovalado donde cabéis todos los amigos de la familia y lectores de este blog. Sean ustedes bienvenidos y siéntanse como en su casa 🛖
Pero vayamos a uno más antiguo todavía, de más de 700 años, para ver cómo rendían culto a sus antepasados en el centro mismo, en el corazón del tulou. Pasen y vean el tulou de Yuchanglou.
No os vamos a saturar con todos los que vimos ese día, pero una vez que llegamos al pueblo donde vamos a dormir, no os pidéis perder el "príncipe de los tulous". Sobre todo para comprobar que algunos tulous, cuando la familia crece, se podían ampliar en anillos concéntricos (y no con nuevos tulous, como en el caso anterior). Por eso y porque era tan bonito que Diego no paraba de sacar fotos. Suban ustedes las escaleras de Zhengchenglou.
Y después de tanta belleza no pensábamos que nada pudiera sorprendernos hasta que fuimos a nuestra habitación del tulou de Fuyulou, donde vamos a dormir. Cuando las luces de la calle se apagan, la temperatura se hace más agradable y se encienden los farolillos rojos en esta casa con los tejados intrincados como si fueran las alas de "cinco fénix". No sé si es un buen lugar para dormir, pero es un lugar excelente para soñar...
A la mañana siguiente, para coger todas las fuerzas posibles para nuestro último día completo entre arrozales buscando tulous, nos sacaron unos cafés bien cargaditos en unas tazas muy especiales. Así, sí 🤭
Empezamos por los tulous de Chuxi. Hasta el último día Diego intenta explicarme cómo se lee el chino escrito en pinyin, el sistema de transcripción del chino mandarín más utilizado. Si ya es difícil leerlo en nuestro alfabeto, imaginaros en los caracteres chinos 🤯 Y ya de paso, oímos el canto de las chicharras. Además, por fin pudimos comprobar cómo eran esas pequeñas habitaciones por dentro.
Vimos tantos tulous que no es cuestión de aburrios (aunque cada tulou, como cada familia, es único). Pero no nos podemos dejar Chenqilou, "el rey de los tulous" que, como el príncipe, crece en anillos concéntricos. Aunque desde fuera parezca igual que los demás este tulou, como algunas personas muy especiales, tiene muchas capas por descubrir en su interior. Eso sí, en este caso, con una algarabía de voces en su interior que igual necesita ayuda de un profesional 😅
Y con esta foto que ya está puesta en el salón de mi casa, salgo del tulou materno por las calles de Burgos pensando cómo celebrar mañana el Festival de la luna 🌛 🥮